Game of Thrones sabe partirle el corazón a su gente. Y está fuera de discusión que el cierre de The Door –su más reciente episodio– queda como uno de los momentos más descorazonantes de la ya extensa serie de HBO.
Alerta de spoilers: en adelante se expondrán hechos relevantes de The Door y episodios previos de GOT.
Antes de hablar de lo que aún hoy nos atormenta ("Hold the Door!!!"), salgamos primero de lo sucedido a otros personajes de la serie en el episodio emitido el domingo 22 de mayo.
- Jorah finalmente se atrevió a expresarle a Dany su amor hacia ella, casi como un acto de despedida, pues de seguido le reveló la enfermedad que carcome su piel. Conmovida, la reina de los dragones mandó a su fiel caballero a buscar una cura y volver a su lado para la conquista de Westeros. Es de esperar que no sepamos de Sir Jorah por algún tiempo, pero se da casi por descontado que sí volverá (ya se sabe que la greyscale sí es curable).
- Sansa cada semana crece más como líder. La heredera de los Stark enfrentó a Littlefinger, quien se vio muy mal tratando de excusar su supuesta ignorancia sobre el tipo de marido con el que la forzó a casarse (Ramsay Bolton). La pelirroja rechazó la oferta de ayuda de parte de su antiguo protector y más bien estuvo cerca de pasarlo por la espada de Brienne. El intrigante Lord Baelish –ahora jefe del poderoso ejército de la casa Arryn– se retiró con el rabo entre las piernas, lo cual lo hace un enemigo aún más peligroso: este pequeño hombre ha sido el causante de la desgracia de muchos de los principales personajes de GOT.
- Jon, Sansa, Melisandre, Brienne, Tormund y Sir Davos valoraron las opciones de derrotar a los Bolton que ocupan Winterfell. No son muchas. Sansa le contó a Jon algo que le confió Littlefinger, de que su tío abuelo, el Blackfish, reunión a las fuerzas Tully y reconquistó Riverrun. Eso sí, la joven se reservó su fuente. Todos ellos dejaron Castle Back para marchar hacia el sur, y Jon depositó el comando de la Guardia Nocturna en su amigo Edd.
- Mención especial para los intercambios de miradas entre Tormund y Brienne. El salvaje le tiene el ojo puesto a la enorme guerrera, quien no puede disimular su incomodidad ante aquel galanteo. Esta es una relación que promete.
- La elección del nuevo monarca de las Islas de Hierro se desarrolló con bastante apego a lo narrado en los textos de Martin. Yara hizo su proclama, apoyada por un Theon en franca mejoría, y estuvo cerca de ser coronada como la primera reina de los guerreros marinos, hasta que su tío Euron se ganó el voto popular con su "confesión" de que mató al rey Balon y su proclama de que cruzará el oceáno para ir en pos de Dany para casarse con ella (y sus dragones). Los derrotados hermanos Greyjoy corrieron por sus vidas, robándose sobre la marcha lo mejor de la flota de hierro. Con esto la serie termina de cubrir una de las pocas partes de las novelas de Martin que aún no se han adaptado para la versión televisiva.
- Arya está de vuelta en modo asesina. Jaqen vuelve a confiarle una misión de sicariato, y de paso le reveló el origen de la orden de los Hombres sin Rostro. La joven que no tiene nombre es asignada a dar muerte a una actriz, quien junto con su compañía presenta en Braavos una comedia teatral que caricaturiza los hechos detrás de la muerte del rey Roberth Baratheon y su amigo Ned Stark. Ver la figura de su padre ridiculizada no cayó nada bien en Arya, quien también mostró sus reservas sobre el crimen que le fue asignado, dado que la actriz parece "una mujer decente".
- En Meereen la dupla Tyrion-Varys sigue derrochando química. Los dos regentes de la ciudad necesitan ayuda para reposicionar la imagen de la ausente Daenerys entre su pueblo, por lo que convocan a una hechicera roja, escalofriantemente similar a Melisandre. Esta mujer se llama Kinvara y su intercambio con el enano y el eunuco es pura delicia actoral. La mujer roja sabe más de lo que aparenta y ha sido de las pocas en dejar callado al siempre afilado Varys, revelándole secretos del pasado del maestro de los chismes. El suyo es sin duda un personaje del que veremos mucho más.
Semana libre: Cersei, Jaime y todo King's Landing. Ramsay Bolton.
Ahora bien, a lo que vinimos: Los Niños del Bosque, el Cuervo, los White Walkers, Bran, Meera... ¡Hodor!
Gran parte del episodio se concentró en lo sucedido en el Norte, más allá del Muro, en la cueva donde Bran Stark proseguía su entrenamiento con el Cuervo de Tres Ojos. Y fue ahí donde se dio una de las mayores y mejores revelaciones que ha visto la serie a lo largo de sus seis años. Un secreto tan bien guardado pero que ahora sabemos siempre estuvo a la vista, una sorpresa que nadie pudo preveer, no de parte de alguno de los protagonistas habituales, sino de un personaje menor, adorable, que ya nos habíamos acostumbrado a que siempre fuese un complemento para alguien más.
Hodor era quizá el único personaje verdaderamente inocente en la enorme trama de GOT. El gigante de alma transparente, vocabulario de solo una palabra (su nombre) y cerebro infantil cargó desde la primera temporada al parapléjico Bran sobre sus espaldas, enterneciéndonos una semana sí y la otra también con su risa sincera y torpeza legítima.
Hodor ya no está. Su pérdida nos dejó un hueco en el alma, pues se dio en medio de una escena que balanceó a la perfección la belleza con el espanto.
Hodor no siempre fue "Hodor". Eso lo descubrimos semanas atrás en una de las visiones de Bran, quien con la ayuda del Cuervo ha ido y venido del pasado. Con él vimos a un joven Hodor cuando su nombre era Wylis y estaba en pleno uso de sus facultades mentales. Desde entonces estaba previsto que la serie abordaría el cambio que llevó a aquel joven ayudante de Winterfell a ser el personaje con discapacidades intelectuales que asiste a Bran en el presente.
Sin embargo, pareciera que Hodor siempre fue "Hodor", y su vida fue un enorme sacrificio en favor de los Stark. Esto lo entendemos gracias a un brillante manejo de distintos tiempos en The Door, episodio que no es coincidencia estuvo dirigido por Jack Bender, el director principal de Lost, serie especialista en los saltos en realidades alternas.
Debido a una imprudencia de Bran, quien entra sin guía del Cuervo a una visión, la localización de la cueva es revelada al Rey de la Noche y sus White Walkers. El ejército zombi pronto asalta el refugio, aniquilando en el ataque a los pocos sobrevivientes Niños del Bosque, quienes irónicamente fueron quienes crearon a los desalmados guerreros de hielo miles de años atrás como medio de defensa contra los hombres (est fue revelado en otra visión de Bran).
El Cuervo sabe que no queda mucho tiempo y vuelve con Bran a la visión del viejo Winterfell, en un intento por pasarle tanto conocimiento como le sea posible al muchacho. Mientras tanto, Meera trata desesperadamente de sacar a Bran del trance, mientras combate a los zombis (vale anotar a la muchacha junto a Jon Snow y Sam como de los pocos humanos que han podido destruir un caminante blanco).
Los gritos de Meera llegan a Bran en la visión, quien sin salir de Winterfell logra tomar control de Hodor en el presente y abrirse paso en medio del apocalíptico caos de la cueva (¿muertos vivientes persiguiendo a un grupo de sobrevivientes? Se hace conocido, ¿no?). El gigante bonachón logra con dificultad abrir una puerta al exterior, asegurando un caminio para que Meera y Bran logren escapar, mientras él sostiene la puerta contra la embestida del ejército zombi.
"Hold the door!", grita Meera y Hodor la escucha. En el presente, siendo un enorme hombre de blanca barba, y en el pasado, cuando aún era Wilys. La presencia de Bran en el pasado es la causante del colapso mental del gigante, y esa es la revelación que nos tumbó a todos de la silla. Wilys cae al suelo, víctima de un ataque, y su cerebro adolescente se cierra ante nuestro ojos, mientras el muchacho solo atina a gritar "Hold the door, Hold the door, Holdthedoor, Holdoor, Hoodoor, Hodor, Hodor".
El corazón se nos hizo añicos.
Hodor siempre estuvo destinado a dedicar su vida a Bran, solo que ni él ni su protegido lo sabían. Su nombre no se suponía debiese tener ni explicación, ni relevancia. Hodor siempre estaba ahí, sonriendo, feliz, guardando un secreto que George R.R. Martin había previsto desde que empezó a redactar su serie de novelas, 20 años atrás. De hecho, fue el autor quien adelantó el significado del nombre a los creadores de la serie –David Benioff y D.B. Weiss–, según contaron ellos el domingo tras la emisión del The Door.
La pérdida de Hodor será difícil de procesar, no solo por su significancia sino por no ser de todo un capítulo cerrado. ¿Murió Hodor? Es presumible que sí, pues lo último que vimos de él fue cómo los zombis desgarraban su piel, mientras él se mantenía firme en sostener la puerta. Es preferible creer que aquella fue su épica despedida, pues la perspectiva de ver más adelante a un ser tan noble convertido en muerto viviente se hace insoportable.
Esta había sido una temporada de reservas para Game of Thrones, dado que los productores se han distanciado significativamente de los libros de Martin, llevando la trama a giros que no siempre han sido del gusto de la audiencia. Sin embargo, las dos últimas semanas han sido de aplauso y The Door se inscribe entre uno de los capítulos más importantes de la serie, ahí cerca de la cima donde aún manda The Rains of Castamere (mejor conocido como The Red Wedding).
Muertes de la semana: La respuesta fácil sería Hodor, pero su caso es mucho más que un sentido fallecimiento. Buscando otro obituario, vayan las copas en honor de Summer, el lobo de Bran que murió luchando contra los zombis con tal de asegurar la sobrevivencia de su amo. De la camada, ahora solo quedan vivos Ghost (con Jon Snow), y Nymeria (perdida desde la primera temporada). También sentida fue la partida del Cuervo de Tres Ojos –eliminado por el Rey de la Noche–, especialmente porque nos priva del lujo de actor que es Max Von Sydow.
Hodor...