Un día cualquiera mientras compraba alimentos con su hija Kianny, de 12 años, Glenda Peraza se encontró en los pasillos de Auto Mercado a quien fuera su primera jefa cuando trabajaba limpiando casas a los 14 años en San José.
Después de los abrazos fraternos y sonrisas, tras aquel encuentro ambas recordaron los momentos en que era la niñera de los hombres que ahora son profesionales y la superan en tamaño.
Esos instantes en el supermercado fueron inolvidables para Glenda, quien este domingo dará el sí ante al fisioterapeuta Byron Garita, en el Hotel Hacienda Villa Hermosa, en Alajuela.
Tras experimentar la vivencia narrada, llegó a su casa y recordó esos años de adolescente cuando tuvo que vender números, limpiar casas y recolectar café para ayudar a mantener a su familia.
De todas esas experiencias vividas ya han transcurrido cerca de 30 años. Ahora, se prepara para el segundo tiempo de su vida.
Cerca del año de 1997, mientras trabajaba en la recepción del periódico La Nación, el entonces editor Rogelio Benavides se acercó a su escritorio y le preguntó “¿Modelarías para nosotros en un especial para De Compras?” tras el asombro por semejante ofrecimiento afirmó con su cabeza y ese fue el inicio de lo que hoy suma 19 años de carrera.
“Recuerdo que esa primera sesión fue de puro “calzón, calzón”(ríe) y yo estaba nerviosa, pero lo logré.
Días después hubo muchas llamadas preguntando que quién era yo y de dónde había salido, porque la única modelo conocida en esa época era Vica Andrade” recordó Peraza.
La exmodelo, ahora de 42 años, jamás pensó que esa sesión de casi media mañana marcaría un vuelco total a su vida. A los pocos años ya había hecho cinco calendarios, una agenda en Puerto Rico y trabajó para marcas como Penzoil, Canada Dry, Yamaha y Coca Cola, en fotografías y comerciales.
A pesar de todo lo bueno que vivía, el ambiente de moda en esa época era muy fuerte y en su camino tuvo vivencias y decepciones que le ayudaron a mantener los pies sobre la tierra y a estar alejada de ese lado oscuro que otros excolegas suyas sí vivieron.
“Se me caería la lengua por mentirosa, si dijera que en algún momento alguien se me insinuó o se propasó conmigo.
Ahora me siento muy orgullosa porque todo lo que he logrado ha sido por mis propios méritos”, confesó.
Peraza rememora que gracias a la experiencia que sumó como imagen de esos clientes pudo obtener una participación en el programa especial de E! Entertainment sobre las bellezas de Costa Ric, en el que compartió créditos con el artista venezolano Carlos Baute, el top model Enrique Palacios y los ticos Jhonny Castro y Katarina Rodríguez.
Inicios en televisión. Sus primeros pasos en la pantalla fueron al lado de Kisha Alvarado y Linda Díaz entre el 2002 y 2003 en Repretel, en un proyecto que nunca salió al aire, pero del que aprovechó las clases de dicción, actuación y expresión corporal para crecer como presentadora.
Fueron años de recuerdos positivos, pero lo poco que prefiere olvidar es su paso por el programa de canal 7 TV Mejenga , en el que solo duró dos meses.
“Ese era el programa más exitoso donde Alejandro Rueda, a quien considero un gran profesional, creativo y logró cosas nuevas.
“Sí me acuerdo que cuando me equivocaba me regañaba en público, me decía cosas ofensivas y detrás de cámara era muy grosero, por eso decidí irme”, recordó la presentadora.
Esa experiencia fue el detonante para probarse a sí misma, que quería seguir por más.
Tiempo después y tras esa primera vivencia en Canal 7 pasó a ser parte del elenco de Sábado Feliz donde estuvo siete años; luego fue parte del proyecto A toda Máquina , donde compartió con Giovanni Linares y Juanka Galindo y finalizó esa etapa en el año 2007 con el programa de Canal 13, Nuestro Sexto Sentido.
Nueva etapa. Tras pasar por casi todos los canales del país, fue su llegada al programa Su Mañana de canal 9 el que marcaría un antes y un después de su vida. “Ese espacio me permitió mostrarme como soy y fue en el que pasé los momentos más duros de mi vida con mi divorcio; reconozco que fue muy difícil levantarse en la mañana viéndose bien, a pesar de lo mal que la estaba pasando porque tu castillo se desborona en un segundo”, confesó reflexiva.
Ahora, asegura, vive el día a día con su hija adolescente Kianny, con la que sueña y construye ese mismo castillo que una vez vio en el suelo.
Al percatarse de la realidad que vivía un día decidió ponerse las tenis y salir correr; esa nueva rutina la llevó tiempo después a conocer al hombre que este domingo la llevará al altar, ese hombre quince años menor que, siente ella, la cuida con amor inocente y que no se fija en su pasado.
“De ese pasado (con Austin Berry) no hablaré nunca más, ya pasé la página. Ahora experimento amor verdadero. Byron (con año y medio de noviazgo) es una persona extraordinaria.
Siempre he sido de relaciones largas, de hecho, después de mi divorcio la única pareja que he tenido es él y es con él que me voy a casar”, mencionó mientras sonríe.
Eso sí, Peraza dijo que ella perfectamente podría estar sola con su hija Kianny, en su casa, haciendo ejercicios y enfocándose en su negocio, como se visualizó una vez que firmó el divorcio con el padre de su hija. Sin embargo, tomó esta decisión de rehacer su vida por amor.
“No me caso por necesidad, me caso porque quiero tener un compañero con el que pueda disfrutar el resto de mi vida, ¡claro! si es que él quiere (ríe)”, concluyó segundos antes de ser interrumpida por un seguidor que le pidió un abrazo y le manifestó su admiración.
Después de darle la bendición al señor de mediana edad, respira profundo, piensa por un segundo y continúa.
“Mi futuro esposo me ha enseñado a reposar en él. Byron me ha dado lo que nadie me ha dado, y cuando digo nadie, es nadie.
Me hace sentirme protegida y eso es algo que la mujer valora un montón; siempre he sido una mujer muy estructurada, muy fuerte y muy radical e independiente, pero en esta nueva relación me comprometí a ceder más, relajarme y disfrutar más de la nueva relación, para mi propio bien y no para la otra persona”, confesó con tono optimista.
La exmodelo de 42 años reconoce que entre ella y su ahora esposo hay algunos años de diferencia, pero que eso ahora no es prioritario.
Ahora, ni la edad, ni el pasado, ni el qué dirán le preocupa, porque esta nueva vivencia al lado de su ahora esposo y su mariposa (como llama a su única hija) ha cambiado su vida para siempre.
Actualmente disfruta muchísimo su faceta como presentadora en Informe 11 las Historias de Repretel, un programa que sigue, admira y en el que siempre quiso trabajar.