Tres meses y una semana han pasado desde que la periodista Glenda Umaña se despidió de la teleaudiencia latinoamericana en su último programa de Café CNN , transmitido por la cadena CNN en Español.
Después de eso sus visitas a Costa Rica han sido más frecuentes, pero su casa sigue siendo Atlanta, lugar donde se estableció su familia y es su centro de operaciones para los proyectos que se traza a futuro.
Con la humildad que siempre le caracteriza, la comunicadora contó que era mejor salir de esa forma que pensar en renunciar, y que hay una entrevista con un personaje que planeó con mucho tiempo, pero que no dejará ir.
Tras tres meses de su salida de CNN, ¿cómo es su estilo de vida?
Te confieso que necesito más disciplina para cumplir los compromisos, porque ahora que estoy en Costa Rica antepongo las actividades familiares. Comparto mucho con mis papás. Luego llega un momento y digo: ‘voy a abrir la oficina’. Entonces me siento frente a la computadora por un buen rato. Me vine para acá un rato, pero ahorita me voy (a Atlanta ) para ir a algunos compromisos que tengo pendientes.
¿En qué trabaja Glenda actualmente?
Estoy dando asesorías, o bien, desarrollando mi empresa de servicios. Por ejemplo, la semana pasada estuve en la Universidad de Arizona, en la escuela Walter Cronkite. Me están proponiendo que vaya a abrir un noticiero en español allá. Ya tienen uno en inglés. Me quedé con la boca abierta de ver las facilidades y tecnologías que cualquier periodista desearía. Arizona es un poquito lejos; vamos a ver. En este momento estoy muy agradecida aceptando las reuniones, viendo posibilidades con algunos canales de coberturas internacionales o programas especiales. Entonces, digamos que Glenda Umaña es una pequeña empresa de servicios periodísticos, de relaciones públicas y también moderadora.
Time Warner (compañía propietaria de CNN) despidió a 1.400 empleados. No se hizo la pregunta, ¿por qué yo?
Cuando me lo comunicaron no se me ocurrió. Luego mis compañeros sorprendidos dijeron: ¿ya preguntaste por qué vos? Bueno, una de las consideraciones que se me informó es el hecho de que en el programa que yo estaba, Café CNN , éramos tres presentadoras. ¿Por qué elegirme a mí? Es una situación como me dijo mi exjefa: ‘Esto no tiene nada que ver con su desenvolvimiento que es excelente, esto es una situación de negocios’. Así me dijo, de negocios.
Del equipo original que empezó CNN en Español solo queda Patricia Janiot. ¿Qué mensaje se puede interpretar de los cambios de la empresa Time Warner?
Sí. Del 17 de marzo de 1997 solo quedábamos Patricia y yo. Obviamente, no se puede dar la misma receta para todas las cadenas de Time Warner , porque nuestro público es distinto, pero hubo departamentos enteros que eliminaron en Washington. Gente con muchos años, y cerraron unos programas en Headline News . Sin embargo el mensaje es sencillo: negocios. Como hemos visto en las noticias están haciendo esto más rentable. A veces la gente lo siente como algo despiadado. Yo le dije a mis jefes: ‘Los comprendo, no se sientan mal’.
¿Hoy, en los medios consagrados, pesan más las canas (la experiencia) o las caras bonitas?
La manera en cómo el público está consumiendo noticias está cambiando totalmente. Es una revolución. Cada vez más la audiencia ve las noticias a pedido, en su teléfono o su computadora, digitalmente y cuando quieran. Hay ciertas figuras que tienen credibilidad. Glenda Umaña en este momento es una marca. Es una de las cosas que no me había percatado por estar en el teje y maneje; me lo dijeron otras personas. La marca es la credibilidad que dio todos estos años. Eso se puede aprovechar para bien y ya veremos de qué forma lo vamos dirigiendo.
Su contrato culminaba en abril del 2015. ¿Le hubiese gustado salir en otra condición y no en la manera en cómo se dio?
No. A pesar de todo saqué la conclusión de que fue la mejor manera. ¿Sabes por qué? Tomar una decisión de partir de una empresa como CNN de Time Warner, la mejor cadena de noticias del mundo, no solo por lo que representa, sino por los beneficios que te dan es muy difícil. Decir: ‘Bueno ya, me voy’. ¡Es difícil! Dios le da a uno un empujoncito. Por dicha salí en buenos términos. El apoyo que sigo teniendo de tanta gente ahí, no creas. Dejé las puertas abiertas. Ellos me lo dijeron en diciembre. Ismael (Cala) me invitó a que fuera a la fiesta de Navidad. Ahí estaban mis exjefes, los volví a ver, me dijeron que tenían otros contactos, que me ayudaban si quería. Eso es importante. Terminar en buenas relaciones. Uno no sabe...
No muchos de sus excompañeros terminaron así...
¡No! Cada uno tiene su estilo.
Entonces si la llamaran otra vez, ¿no debe sorprendernos?
¡A ver! (se acomoda en su silla para explicar el panorama). Este año no va a suceder, no puede suceder. Inclusive se habló de la posibilidad de hacer algunos trabajos ocasionales, pero por el tipo de paquete (reglas de la empresa) en un año no podés. Los que nos fuimos, en un año no podemos volver, ni siquiera a colaborar.
Con 18 años laborando en esa cadena, ¿qué entrevista se le quedó pendiente por hacer, que tal vez pueda retomarla en otra plataforma de comunicación?
Hay una que estamos trabajando en eso, que ya me había aceptado, una muy difícil. Preferiría no decir el nombre (risas).
(Insisto) ¿Es un mandatario?
No es un mandatario.
¿Es cubano?
Prefiero no decir. Me dijo que por favor no dijera. Ahora el tema cubano a mí me apasiona. Está en boga. Hablamos con un canal en Miami que quería enviarme a Cuba. Y ahora en la pasada cumbre de la Celac (moderadora en la reunión de presidentes) estuve hablando mucho con los cubanos. Conocí al nieto del presidente Raúl Castro. Pero no, el entrevistado no tiene que ver con Cuba.
¿Existieron ofertas de canal 6 o del 7 para trabajar en el país?
No. Eso no se ha producido en concreto.
¿Consideraría un retroceso el regresar a trabajar acá o no?
Uno tiene que ver esta profesión siempre con humildad, ¡y es de servicio! Uno no tiene que ver si es un retroceso para quien. Lo que hay que hacer es ver qué es lo que Dios quiere que uno haga con este cambio, (se interrumpe a sí misma) que no estaba en el guión (risas), pero que podía pasar.
¿Es Glenda Umaña muy cara para trabajar en el medio tico?
¿Muy cara? (Piensa su respuesta). Yo creo que 18 años han costado. Y no digo que eso sea muy caro. Eso no tiene que ser una limitación, sino muchas otras cosas que se den.
¿Qué sigue ahora?
Hay un proyecto digital muy interesante. Unos excompañeros que ya hace unos años salieron y tienen mucha experiencia en el periodismo digital me lo están proponiendo con una cadena internacional desde Estados Unidos. Es una posibilidad. También hay conversaciones con otros medios latinoamericanos importantes y yo les agradezco mucho también. Queda analizar, más que todo poder concretar cosas que nos sirvan a todos. No hay ofertas concretas sino hacer algún tipo de colaboración. Como consejo, para las personas que quizá han pasado por lo mismo, que estuvieron muchos años en un puesto y ya no lo están, algo que me han hecho saber personas especializadas es que esta transición puede durar entre seis meses a año y medio. Usted no puede tomar decisiones a la ligera. Todo se hace con paciencia.