Un día como hoy, hace 15 años, un 26 de julio del 2000, salió al aire por la señal de canal 4 un programa innovador que buscaba la historia detrás de los sucesos: Informe 4 .
Pasó un año y surgió la necesidad de, en vez de resaltar lo malo, contarle al televidente algo totalmente opuesto; las anécdotas y noticias positivas que se escondían en el día a día del ser costarricense.
Así cambió nombre y se mudó a otro canal de Repretel, para ser lo que hoy conocemos como Informe 11 .
Es a partir de ese momento que el programa comenzó a generar una fórmula que, con el tiempo resultaría exitosa (y emulada), además de colocarse como uno de los espacios consentidos en el gusto del público nacional.
Es por eso que este lunes 27, en su horario estelar de las 9 p. m. y durante todo un mes, sus integrantes tirarán la casa por la ventana y harán lo que mejor saben : salir a la calle a celebrar con el pueblo estos 15 años de fiel sintonía a través de la pantalla del 11.
La primera parada para cortar el queque será en el parque de Barva, desde donde se hará la transmisión.
Bailes con las infaltables cimarronas, concursos del mejor pintor de máscaras y de las cocineras de la comunidad, son solo una pincelada de lo que usted podrá observar mañana.
“La idea es darle gracias a la gente. A veces uno le puede decir gracias por la pantalla, pero ese calor que nos han dado estos 15 años queremos volverlo más afectuoso. Darles un abrazo, un beso. Ellos nos han hecho el favor de vernos a lo largo de este tiempo. Es un gesto más personificado. Queremos sentirlos, escucharlos, compartir con ellos”, dijo Frederick Fallas, jefe de información y director de Informe 11 .
Para el lunes 3 de agosto darán un “especial del recuerdo” desde el foro, recopilando reportajes e historias que atesoran en la videoteca de La Uruca.
El 10 de agosto volverán a partir otro queque pero esta vez desde Turrialba; el 17, van en vivo desde Piedades de Santa Ana en el atrio de la iglesia; y el 24, cierran el fiestón de aniversario llenándose de lustre en Abangares.
Apartando el confeti y el bailongo, que un programa de producción criolla logre bailar el Tiempo de vals de Chayanne –por sus quince años– tampoco es algo que pase con frecuencia.
“Tener un programa informativo, con entretenimiento y que sea educativo es muy difícil por la cantidad de historias. Le puedo decir que es un constante reinventarse. Usamos todos los recursos disponibles para contar las historias de forma diferente”, expresó el cabecilla del espacio.
Alcanzar esa cifra le ha costado al equipo de Informe 11 esfuerzo, expediciones kilométricas, agarronazos y sonados cambios en las caras de sus presentadores. Aún así, el formato aprendió a superar esas ausencias y mantenerse a flote sin depender directamente de sus conductores.
“Somos un equipo muy compacto, de pocas salidas. La persona con menos tiempo aquí tiene tres años. Si bien es cierto la imagen de un programa son sus presentadores, el éxito del mismo no depende de una o dos caras, sino de su producto final. Son más importantes las historias que contamos y cómo las contamos que quienes las muestran. Las características de producción, sonido, imagen y calidad periodística pesa más. Si no cumple con esas cualidades la historia no se pasa al aire”, confesó Fallas.
El director agregó que el público se siente identificado con las cosas que allí se pasan, a tal punto que –a su criterio– el programa se convirtió en parte de la idiosincrasia del tico. “Está en el alma nacional. La gente sabe qué es el programa, qué contiene y lo espera cada noche”, manifestó Fallas.
Historias tras ‘Las Historias’.
Actualmente el departamento de Informe 11 (antes llamado Las Historias ) lo conforman 25 personas, entre ellas ocho periodistas y más 30 colaboradores del canal.
En todo este camino la lucha por la sintonía registra batallas campales contra “culebrones” tanto de canal 7 como las de la propia casa en canal 6.
Según confesó Fallas –director desde el 2007–, entre las telenovelas que le dieron varios dolores de cabeza y mucha pelea por el rating se encontraban Pasión de Gavilanes , Pedro El Escamoso y la más reciente a manos del Teletica, Avenida Brasil . No obstante el estribillo con el que tuvo más pesadillas fue era el que iniciaba con: “Se dice de mí...”, es decir, Yo soy Betty la fea .
“¡Esa fue la más brava!”, confesó el encargado, quien además recordó que han chocado con transmisiones de la Selección Nacional en eliminatorias mundialistas, además de clásicos y partidos de la Concachampions.
Por otra parte, Giovanni El Profe Calderón, autor intelectual de la popular sección educativa La Escuelita , tiene 13 años en el equipo periodístico del programa, y reveló que cuando lo movieron en el 2002 de Noticias Repretel a Informe 11 no le tenía mucha fe.
“No lo veía con buenos ojos en ese entonces porque era más suceso detrás de la noticia. Luego, al cambiar el formato, contar historias me cayó riquísimo. Te da la libertad de ser uno mismo. Estos 15 años son muy significativos. Los que trabajamos aquí le tenemos un cariño inmenso y esto es una familia, siento que la gente lo ve así”, manifestó el único ‘profe’ que cada lunes le toca hacer la tarea en La Escuelita , al responder las consultas del público.
Entre los ‘pachos’ que recuerda le ha sucedido, una vez haciendo una nota en un segundo piso de una casa vieja de madera, Calderón pisó una tabla y su cuerpo traspasó –hasta la cintura– el suelo de esa segunda planta, quedando atorado entre los pisos.
“No quería ni verme la pierna. Salí de ahí para la clínica. Recuerdo que era una nota de un chico que fabricaba guitarras”, rememoró entre risas.
En el caso de las presentadoras, Lussania Víquez es la que tiene más tiempo al aire pues está a punto de cumplir dos años, mientras su compañera Natalia Monge acumula año y un mes.
Para Víquez es un privilegio estar en momentos en que se llega a esa cifra tan significativa, y comentó que disfruta mucho su trabajo, tanto, que no hay problema si de repente les da a ambas animadoras mal de risa al aire.
“Es parte de estar en un programa en vivo. Es lindo porque eso se refleja, la gente puede notar que no hay nada actuado, todo lo que pasa, con errores y aciertos es real”.
Pero no todo es color de rosa. El ser presentadora de un espacio en vivo, confesó, la reta a ser más profesional, sobre todo cuando pasa por momentos tensos o tristes.
“Trabajamos en el campo del entretenimiento y el público no tiene por qué notar si pasé por un mal día. Como toda persona he tenido días difíciles, pero yo tengo la tarea de llevarle notas positivas al televidente, así que hay que cambiar el chip y concentrarse”, agregó Víquez, quien ha servido de ejemplo a muchas mujeres al ser una sobreviviente de lucha contra el cáncer.
Por su parte, para Natalia –también comediante de Pelando el ojo– , su paso por esta vitrina la describe como“ pegarse la lotería”, gracias al aprendizaje y el contacto que absorbe de la gente.
“Es algo muy especial, sobre todo porque yo he estado como público muchas veces y he visto el crecimiento que ha tenido este espacio. El llegar y cortar el queque de 15 años, que fue ‘construido’ por un montón de personas antes que nosotras es un privilegio. Por aquí pasaron varias presentadoras y se ganaron el cariño de la gente. Este programa más allá de ser el chineado de la empresa, es el chineado de la gente”.
Mañana al igual que las fiestas de los pueblos, atronadoras bombetas anunciarán el inicio del mes de aniversario de Informe 11 , y qué mejor manera de celebrarlo que tirándose a la calle.