Murió… y al tercer día… no resucitó. Sus fans lo consideraban un dios y tras su asesinato esperaron, en vano, que volviera de la tumba y reinara en el rap por una eternidad, desde el amanecer hasta el ocaso.
Después de vender 100 millones de discos, en menos de cinco años; ser un profeta callejero; vivir al filo de la ley; sobrevivir a cinco tiros y a un tren de vida autodestructivo, cualquiera pensaría que era una divinidad.
Un documental, nominado al Óscar en el 2005, y la portada de un álbum en que aparece crucificado, contribuyeron a la leyenda de inmortalidad de Lesane Parish Crooks, apelativo bautismal del rapero Tupac Amaru Shakur.
Desde que dio con sus huesos en este planeta, para ser exactos en Manhattan el 16 de junio de 1971, vivió a galope y paró en seco, a la medianoche del 7 de setiembre de 1996, cuando cuatro pistoleros lo rociaron con plomo debajo de un semáforo, en Las Vegas. Murió seis días más tarde.
Hay por los menos siete teorías en torno al crimen de Tupac, considerado como el artista de rap y hip hop más exitoso de ese género musical.
Las suposiciones van desde una simple venganza, pasan por una conspiración de la mafia negra y terminan con un plan del mismo rapero para simular su muerte y desaparecer, algo así como Elvis Presley.
Para los efectos prácticos la versión válida es que Shakur salió del lujoso Hotel MGM, en la ciudad del pecado, apañado con su productor Suge Knight. La estrella callejera babeaba, tras ver a su ídolo Mike Tyson demoler a puñetazos a Bruce Seldon.
En el lobby Tupac aporreó a Orlando Anderson, integrante de la pandilla Southside Crips, que días antes asaltó a unos amigos del cantante.
Zanjado el asunto a patadas Shakur y Knight subieron a un BMW 750; la comitiva de músicos, guardaespaldas y lamesuelas enrumbó a la disco 662.
Un semáforo los detuvo y al costado derecho del auto se estacionó un Cadillac blanco. Cuatro negros sacaron los cañones de sus armas y bañaron a tiros a Tupac: en el pecho, en la mano derecha y en el muslo. Le perforaron el pulmón, la pelvis y le astillaron el cráneo.
La policía detuvo a Anderson pero lo dejó libre; dos años después murió en una balacera entre bandas.
El principal sospechoso fue el rapero Notorius B.I.G, una mole de casi dos metros y 300 kilos de grasa, rabia y envidia. Según los chismes este ordenó el crimen porque Tupac presumía de levantarse a su mujer, además de que cada uno era la cabeza visible de dos sellos discográficos rivales: Bad Boy –Notorius– y Death Row –Shakur–.
Nunca se pudo comprobar porque Notorius fue asesinado seis meses después en Los Ángeles. La pura verdad fue que las dos disqueras aprovecharon ambas muertes y editaron nuevos volúmenes musicales, con los que ganaron sus buenos millones de dólares.
Shakurspeare
La familia de Tupac fue una bola de torteros, disfuncionales diría un psicólogo. Afeni Shakur, la madre, estuvo con las Panteras Negras y conoció al padre, un fulano que el niño solo vio una vez, lo saludó y le regaló unos centavos. El apellido lo recibió de Mutulu Shakur, marido de Afeni.
Escuchar el nombre de sus parientes era como pasar lista en el infierno. Elmer “Gerónimo” Pratt, el padrino, fue acusado de asesinar a un maestro. Mutulu encabezó la lista de los más buscados por el FBI. Su tía Assata estuvo encerrada por asesinar un policía.
Si bien el ambiente fue de lo peor Tupac estudió y demostró talento como poeta, actor, escritor, bailarín y cantante. Fue muy popular en la escuela y de notable humor.
Le dedicó varios poemas a su amiga, la actriz Jada Pinkett, quien dijo: “Uno de mis mejores amigos. El tipo de relación que teníamos solo se consigue una vez en la vida”.
Fue activista en la Liga de Jóvenes Comunistas y sus temas hablaban problemas sociales: injusticia, desigualdad, pobreza y la vida en la ciudad.
Con 17 años vivía en las calles de Los Ángeles. Formó la banda Strictly Dope y fue bailarín de Digital Underground, un grupo de rap . A los 20 años debutó con el álbum 2Pacalypse Now .
La pieza Brenda’s Got a Baby ocasionó un revuelo, porque un adolescente mató a un policía mientras la escuchaba; el vicepresidente Dan Quayle pidió prohibirla, por su violento lenguaje. Aún así ganó un disco de oro.
Actuó en Juice y Poetic Justice , pero siguió en líos con la ley. A los 21 años se metió en una pelea donde murió un niño de seis años. Apaleó al director de la cinta Menace II Society .
Le disparó a una pareja de policías y en 1994 fue condenado a cuatro años de prisión por abusar sexualmente, en grupo, de una joven. Días antes de la sentencia unos gatilleros lo atacaron.
En la cárcel compuso su tercer álbum Me Against the World y señaló a Notorius B.I.G. como líder del grupo que deseaba matarlo. Suge Knight, presidente del sello Death Row, pagó una fianza de $1,4 millones para liberarlo.
A los 25 años estaba en la cresta del éxito. Tenía su propia productora de películas, Euphanasia. Planeaba organizar conciertos gratuitos, construir centros sociales y deportivos en los barrios marginales y entablar la paz entre los sellos disqueros de la costa oeste y este americana.
Esperanza inútil. Tupac Shakur fue un reflejo de la sociedad, una rosa negra que simplemente creció en el cemento de la calle.