De todo hay en la viña de Internet: viudas negras ocultas detrás de su álter ego, amantes despechados acechando a sus exparejas, hombres obsesionados con sus fantasías, casos de secuestros, violencia y engaños.
Todos pasamos cada vez más tiempo en el Internet, muchas veces sin conciencia de los riesgos. La búsqueda de amistad, amor, sexo o trabajo ha sumergido a muchos en un universo paralelo de seducción, peligros e identidades falsas. Y nunca se sabe a dónde puede conducir la “Red de mentiras”.
Ahora, una nueva serie de Discovery Home&Health puede servir de alerta para entender que, mal utilizado, Internet puede acabar con sus sueños, su paz y hasta con su vida.
Y es que, en un mundo en el que las relaciones interpersonales y laborales se canalizan cada vez más a través de la web, esta serie –basada en hechos reales– muestra historias en las que la comunicación se origina en el mundo digital pero pronto deriva en un engaño en la vida real, robo de identidad, fraude financiero y, en algunos casos, puede hasta culminar en un asesinato.
A lo largo de cada episodio, esta reveladora serie presenta testimonios directos y aterradores de víctimas a las que las relaciones por Internet les han cambiado la vida por completo.
Entre otros, se repasa el caso de Rick Woody, del asentamiento rural Holland, en Arkansas, quien decide permitirle a su hija adolescente el acceso a Internet en vista de la remotidad del pueblo en que viven. Kacie entabla conversación con supuestos jóvenes de su edad, hasta que un día es violentamente secuestrada de su hogar. La investigación policial conduce hasta sus amigos en línea.
En Nueva York, George Weber es toda una celebridad por su programa de radio matutino. Comunicador al fin, se aficiona a los blogs y hace las delicias de los lectores al informar regularmente de temas como política, hasta su particular batalla contra los chinches. Lo que George no mencionó a nadie es su creciente obsesión por surfear en la red, particularmente en un sitio de anuncios clasificados llamado Craigslist.
En la privacidad de su apartamento, se estaba reuniendo con extraños que conocía a través de la sección “Encuentros casuales”. Se citó con una persona misteriosa un viernes en la noche y al día siguiente sus compañeros comenzaron a preocuparse porque no acudió a su turno matutino. Nadie podía comunicarse con él, así que sus jefes se pusieron en contacto con la policía.
Cuando los agentes pudieron entrar, hicieron un terrible descubrimiento: George había sido brutalmente apuñalado más de 50 veces. Su teléfono, vía Internet, delató a la última persona con la que habló: nada menos que su asesino.