La 69.° entrega de los premios Emmy a lo mejor de la televisión comenzó, como era de esperarse, con la atención enfocada en el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El comediante Stephen Colbert, quien ha sido un crítico mordaz de Trump en el Late Show, su programa de entrevistas nocturnas, comenzó sus labores como anfitrión de la noche con un monólogo que se enfocó, sobre todo, en Trump.
Tras mencionar a varios de los nominados y subrayar, no sin ironía, la diversidad racial que prevalece entre los nominados a los Emmy –algo que se ha criticado a los premios Óscar, sobre todo–, Colbert introdujo a un invitado sorpresa: Sean Spicer, antiguo secretario de prensa de la Casa Blanca, recientemente despedido por el presidente estadounidense.
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"Esta es la mayor audiencia de la que ustedes serán testigos. Punto", dijo Spicer, de pie tras un podio similar al de sus conferencias de prensa.
El comentario hace referencia a su primera aparición en la que dijo que la ceremonia de juramentación del presidente Donald Trump tuvo la mayor audiencia.