Hablemos de videojuegos difíciles. Cuando me recomendaron Dark Souls me dijeron que era uno de los videojuegos de rol (RPG) más complicados en el medio, pero bueno, títulos difíciles sobran y recomendar la obra de Hidetaka Miyazaki, nada más por su elevada dificultad, es cómo elogiar la saga cinematográfica del Señor de los anillos solamente por sus batallas.
La dificultad es un medio no un fin, ese concepto lo entendieron los desarrolladores del estudio From Software, y dieron con un título que triunfó donde muchos fracasaron.
Dark Souls empezó como un videojuego de nicho, pero en poco tiempo se colocó como uno de los títulos más solicitados en los últimos seis años.
La tercera entrega de la saga vendió más de tres millones de copias días después de su estreno. La trilogía de Souls está disponible en PC y en las consolas de Sony y de Microsoft.
Historia. Dark Souls nos coloca en una tierra decadente que en algún momento respiró aires de grandeza con una teología y cultura fascinantes.
El universo creado por Miyazaki se nutre de su propia mitología compuesta por dioses, demonios, limitantes y reglas. La historia se desarrolla en Lordran, un continente forjado por una guerra entre los dioses y dragones.
Como consecuencia de esta enemistad, la humanidad quedó maldita y no puede morir, cada vez que un hombre o mujer fallece reaparece en una hoguera, el ciclo se repite continuamente, hasta que los humanos pierden la cordura y se vuelven locos.
El personaje principal de la trama es, obviamente, el destinado a romper la maldición y, para hacerlo, tendrá que luchar contra los mismos dioses en un viaje épico y peligroso.
Es uno de los pocos que puede hacer alarde de no plagiar elementos de los universos creados J.R.R. Tolkien (El Señor de los anillos), G.R.R. Martin (Juego de tronos) o Rick Riordan (El guardián del rayo). La saga de Souls se inspira en el manga Berserk, proyecto que inició Kentaro Miura en 1989 y es uno de los referentes en acción, si sus refernentes en animés son Dragon Ball Z o Caballeros del Zodiaco, se merecen ver esta obra.
Este juego carece de escenas que introducen un capítulo, las famosas cutscenes . Al contrario, el título de From Software cuenta su historia a través de su jugabilidad y el estado de sus escenarios. Es sutil, enigmático y la narrativa demanda la concentración de los jugadores, incluso de toda la comunidad.
Hay un grupo de generadores de contenido liderados por los youtubers Vaatividya y Epic Name Bro, quienes se encargan de desvelar los secretos de la trama de Souls.
Jugabilidad. Dark Souls tiene un sistema de juego ambiguo y combina lo mejor de títulos de acción como , God of War o Darksiders , con un sistema de progresión basado en niveles como los Final Fantasy y Baldur's Gate.
El combate es el elemento más destacado de la obra de Miyazaki, que amerita pausa y paciencia, pero el desarrollo es frenético y emocionante.
Es complicado y cruel a primera instancia, pero el videojuego espera que el jugador aprenda a través de la derrota y por sus errores. Toda muerte es evitable, es complicado pero justo.
Todo el mapa está conectado entre sí; hay túneles, pasadizos, elevadores, por lo que no hay pantallas de carga entre niveles. Este elemento lo aprovecha al máximo el título de From Software para dar una sensación de aventura que deja boquiabierto a cualquiera.
La dificultad en la saga de souls es un medio, no el fin de la experiencia. Es cierto que a todos nos gusta ganar, pero vale poco si el videojuego nos llevó de la mano todo el camino con tutoriales, vidas extras, sistemas de cobertura para que la salud se regenere como magia.
Dark Souls exige habilidad, concentración. Miyazaki coloca su toque de drama e incertidumbre en cada pelea.
Es difícil, sí, pero pocos videojuegos equiparan la alta dosis de gratificación que genera ver a aquel dragón gigante que parecía invencible sucumbir a los pies de nuestro personaje.