Desde hace 11 años, los videojuegos de LEGO basados en películas y otros productos de la cultura pop –como libros y cómics– han representado una mezcla muy particular de brillantez y mediocridad.
Durante 11 años, estos juegos han repetido en 17 ocasiones –¡17!– la misma fórmula y, pese a todo, no tienen planes para cambiarla. ¿Por qué hacerlo cuando la movida sigue siendo rentable para ellos?
El más reciente producto en la línea de producción masiva de LEGO es Lego: Marvel’s Avengers , que se inspira en la trama de las películas The Avengers y The Avengers: Age of Ultron , así como otras cintas que engordan el lucrativo universo cinematográfico de Marvel.
Si usted es gamer y nunca ha pasado por un videojuego de LEGO, tengo dos cosas que decirle: la primera es felicidades, porque ha logrado evitar una de las franquicias más invasivas y con mayor poder publicitario del mundo. La segunda: huya, porque tarde o temprano todos caemos en sus garras.
En esencia, un videojuego de LEGO con licencia funciona así: las figurillas de un puñado de personajes populares de alguna franquicia recrean escenas inspiradas en las películas o cómics originales. Todo el universo está construido a partir de las familiares piezas de LEGO de siempre y, por lo mismo, es posible armar y desarmar partes de este. Los niveles cuentan con rompecabezas que solo se pueden resolver combinando las habilidades de los personajes que el jugador puede controlar.
Hasta ahí, todo suena muy bien. El problema reside cuando esa misma fórmula se replica, casi exacta, durante 17 entregas publicadas a lo largo de más de una década. Entre Lego Star Wars , del 2005, y Marvel’s Avengers , que salió al mercado hace menos de una semana, las diferencias son apenas perceptibles. Claro, los gráficos han mejorado y hay muchas cosas más por hacer, pero la esencia se mantiene intacta y la innovación es mínima. En el fondo, las mecánicas se mantienen hasta ahora incólumes.
Y, pese a todo, Marvel’s Avengers no es un juego malo. Puede incluso resultar muy divertido, en especial si es la primera vez que se juega con LEGO en una consola.
Toda la saga de videojuegos de LEGO está diseñada para complacer a los niños y dar tranquilidad a sus padres: la violencia y los diálogos en el juego siempre son un producto –o una causa– de situaciones de humor que divertirían incluso a quienes odian estos juego (hola), y las misiones son al mismo tiempo sencillas y entretenidas.
Además, Marvel’s Avengers está situado en una enorme versión cúbica de la ciudad de Nueva York, plagada de minijuegos y muchísimas otras cosas por hacer, lo que significa que, aunque se acabe la modalidad de historia, el juego tiene muchísimas horas de contenido que ofrecer.
La maquinaria comercial de LEGO está muy bien aceitada y no se piensa detener. Para el 2016 ya hay al menos un juego más programado para publicarse: Lego Worlds llegará a tiendas en los próximos meses. ¿Podremos esperar algo distinto?