Está todo listo para presenciar la llegada de un sádico destructor. Se alimentan las emociones por ver por fin personificado al más grande infame de la historia.
Este lunes, los fanáticos de los zombis se llenan con la extraña ilusión de ver a Negan (Jeffrey Dean Morgan) lucirse con Lucille, su bate de béisbol cubierto por púas.
La inminente aparición del más temido sobreviviente del apocalipsis zombi llena de expectativas a los seguidores de The Walking Dead, serie inspirada en los cómics de Robert Kirkman.
Este lunes comienza el gran final de la sexta temporada y, si el programa se apega al cómic, habrá grandes pérdidas y catástrofes en Alexandría.
Atrapados y engañados por el lobo
La desconfianza de Carol (Melissa McBride) ante las actitudes de Morgan (Lennie James) está más que comprobada tras descubrir que él oculta a un wolf.
Ambos discuten sobre el destino de aquel hombre que está herido y al que Morgan protege con su propia vida. Ella quiere matarlo y así cobrar venganza por los muertos que causó, mientras que él intenta salvarlo.
El enfrentamiento pasa a más y ambos se enfrascan en una lucha mano a mano. Morgan logra someter a Carol con sus conocimientos en lucha, pero el “lobo” aprovecha el momento para noquear al hombre que lo había defendido.
El invasor toma como rehén a la doctora Denise y evita que Tara, Rosita y Eugene la salven. El destino de ella queda en manos del asesino, quien huye directo hacia la horda de zombis.
Véalo. Lunes 15. Fox. 10:00 P. M.
Rick y su grupo: En medio de la temible horda
Deanna fue infectada por la mordida de un walker y justo antes de quitarse la vida para evitar el sufrimiento de la transformación, se armó de coraje para enfrentar a varios zombies. Ese fue el final de quien fuera la líder de Alexandría.
Rick (Andrew Lincoln), Michonne, Carl y Gabriel se escondían en la casa de Jessie junto a los hijos de ella y al verse acorralados por los muertos escapan con una táctica que ya había sido probada por el ex policía.
Todos se disfrazan con ropas colmadas de sangre de los walkers y uno a uno, manteniendo lo más que pueden la calma, salen del lugar para buscar la libertad.
Todo apuntaba a que el plan era perfecto hasta que, acongojado por el pánico y por enfrentarse por primera vez a los zombis, el miedo se apodera de Sam, el menor de los hijos de Jessie.
Indicios de la aparición del sádico
La misión que Daryl (Norman Reedus), Abraham (Michael Cudlitz) y Sasha tenían en sus manos no fructificó. Los tres fracasaron en su intento de desviar a los walkers y cuando decidieron regresar a casa fueron emboscados por un grupo de atacantes desconocidos.
Por diversos sucesos el trío debe de separarse. Abraham y Sasha se ocultan en un edificio abandonado mientras que Daryl fue secuestrado por tres personas que, al parecer, eran indefensas.
Gracias a su experiencia, los tres vuelven a reunirse y escapan del lugar en un camión de trabajo. De nuevo parece que todo va bien y que ellos volverán para ayudar en Alexandría hasta que son interceptados por un grupo armado.
El líder de estas personas les informa de que el camión y las poseciones que tienen a partir de ahora son propiedad de Negan.
Reencuentro y la posible salvación
Todo apuntaba a que Maggie (Lauren Cohan) no sobreviviría. La joven apenas escapó a los rasguños de los hambrientos zombis y salió bien librada, por un momento, de lo que sería una muerte sumamente dolorosa convertida en carne fresca para los caminantes.
Como un halo de esperanza, el capítulo final de media temporada mostró cómo su esposo, Glenn (Steven Yeun), la pudo ver de lejos mientras intentaba traspasar los muros de Alexandría.
La imagen no es muy esperanzadora, Maggie está total peligro ya que, aunque por el momento está fuera del alcance de los zombis, la plataforma en la que está resguardada parece que va a ceder ante la insistencia de los abominables seres.
Glenn poco puede hacer porque su posición y la horda de zombis impiden que llegue a ella.