Donald Trump quiere ser el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y, aunque todo apunta a que no tiene ínfimo chance de ganar las elecciones de su partido, el millonario aprovechó las luces y las cámaras para hacer un centro, cabecear y anotar un gol xenofóbico que pocos podrían costearse.
El empresario y dueño de Miss Universo encontró en los migrantes mexicanos un blanco fácil para ser apreciado por sus votantes potenciales. Ni siquiera se enfocó en otros países; disparó de una vez a la nación que es evidencia pura de la necesidad de una nueva y mejor reforma migratoria en EE.UU.
“EE.UU. se ha convertido en el basurero de los problemas de los demás. México manda a su gente, pero no manda a la mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas”, dijo el pelirrojo, famoso por ser un patán y tener dinero. “Traen drogas, crimen, violadores. Asumo que algunos son buenos.”.
Las declaraciones fueron tan engorrosas que hasta Maná le dedicó unas cuantas palabras incendiarias al millonario (¡y hasta se guardó de usar la palabra “amor”!). El gobierno mexicano también expresó su descontento ante las boberías de Trump y le recordó que los inmigrantes han aportado muchos capítulos a la historia de su país.
Trump, sin embargo, no se disculpó; más bien, reafirmó sus palabras. Pero nada de esto debe sorprendernos. Sorprendente es que haya tomado algo así de básico para que alguien en la industria de los concursos de belleza –como Miss Universo que, recordemos, pertenece a Trump– cuestionara la decisión de participar en ese tipo de competencias, que son uno de los tantos equivalentes modernos al “opio del pueblo”.
Después de las declaraciones, Lupita Jones –presidente de Nuestra Belleza, organizadora del concurso para escoger a la representante mexicana de Miss Universo– mostró preocupación por la xenofobia del jefe universal de la belleza y reveló que se puso en contacto con Miss Universo para conocer su postura con respecto a su representante.
Lo curioso es que luego comentó que la directora de Miss Universo le aseguró “un trato respetuoso, digno y justo” para Miss México. Jones se sintió satisfecha. “Seguiré en contacto con ella y en el momento que considere que pongo en riesgo la integridad y dignidad de nuestra representante, pondré en consideración la participación”, dijo.
Claro, porque el que la cabecilla del concurso tache a los familiares, amigos y conocidos de la representante de criminales, narcotraficantes y violadores es algo que está lejos de poner en riesgo la dignidad de quien dice representar a toda una nación con su cuerpo.
A pesar de esto, hago un llamado a aprovechar la oportunidad. La puerta de salida está disponible para todos, y es un buen momento para el sentido común. Tomemos inspiración de esto y salgamos, todos los países, de Miss Universo y de concursos similares que solo sirven para engordar billeteras de megalómanos. Querámonos. Pasemos este capítulo. Rompamos el ciclo del sexismo, la ignorancia y la superficialidad. Aspiremos a más. Por favor.
Este es un artículo de opinión publicado en la revista Teleguía del 28 de junio del 2015, el cual refleja el parecer del autor y no necesariamente del medio. El cierre de edición de Teleguía es los miércoles de cada semana, por lo que nuevos hechos pueden suceder desde que la revista se imprime hasta que se publica.