Osuna, España
Cuando Osuna comenzó a figurar en los mapas de los reinos imaginarios de Game of Thrones, el número de visitantes se disparó. Ahora, este pueblo español busca seguir sacando provecho al integrar la popular serie fantástica a su oferta turística.
En el otoño de 2014, el empleado municipal Jesús Cansino, de 43 años, recibió una sorprendente llamada de la alcaldesa del pueblo ubicado en una colina que domina los campos andaluces.
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"Me dijo: 'Va a venir un rodaje, es una serie que no sé si la conoces'. Me eché a reír", recuerda este devoto de la serie situada en un mundo imaginario con toques medievales, sentado al sol en un café de esta milenaria población.
Aquí, la princesa Daenerys cabalgó su dragón, gracias a los efectos especiales, sobre la plaza de toros de Osuna, en una escena clave de la quinta temporada.
Otras aventuras alejaron a los protagonistas de Game of Thrones de Osuna, pero este pueblo de 18.000 habitantes a 87 kilómetros de Sevilla no volvió a ser el mismo.
Cansino recibió el encargo de promover Osuna entre los fanáticos de la serie. Desde entonces, las cifras de visitantes extranjeros se dispararon en esta villa de casas blancas, monasterios y ruinas romanas.
En los doce meses siguientes al rodaje, el número de turistas en Osuna escaló un 70%, y al año siguiente otro 35%, indica el delegado de turismo Rafael Díaz.
La popularidad de Game of Thrones, el programa de ficción más galardonado en la historia de los premios Emmy, ha hecho que paisajes de España, Malta, Croacia o Irlanda del Norte se conviertan en sitios de peregrinaje de fanáticos.
De hecho, Osuna fue uno de los sitios más buscados por los seguidores de la serie en páginas de internet entre mayo de 2013 y mayo de 2015, según un análisis de la web TripAdvisor.
Pese a que el influjo de visitantes en Osuna no ha borrado los problemas de este pueblo agrícola con 22% de desempleo, ha ayudado a crear puestos de trabajo.
"Hace unos años, aquí había una única empresa que se dedicaba a hacer servicio de guía, ahora hay dos funcionando y dos más en proyecto", dice Díaz.
La oficina de turismo aumentó sus empleados de uno a cuatro y las autoridades han abierto al público edificios como el de la universidad, de cuatro siglos de antigüedad.
El museo local alberga una exposición permanente sobre Game of Thrones, que incluye fotografías del rodaje, mientras que restaurantes y tiendas han aprovechado el empujón.
Teresa Jiménez, la jovial gerente de 53 años del restaurante Casa Curro donde la actriz Emilia Clarke celebró su cumpleaños, tuvo que duplicar al personal, que ahora se compone de una docena de personas los fines de semana.
Las paredes lucen fotos de las estrellas de la serie y su cocina ahora produce platos como las "gnomitas", unas manzanas con canela llamadas así en honor a Tyrion Lannister, uno de los principales personajes, explica Jiménez.
El pueblo sabe que la popularidad no durará para siempre. "Mucha gente piensa que cuando viene un rodaje, el dinero va a caer del cielo (...) Después se trata de trabajarlo", advierte Jesús Cansino.
Así, hay planes para ofrecer a los visitantes de la plaza de toros unos cascos de realidad virtual para que "vuelen" como dragones sobre parajes naturales vecinos.
Cansino también organiza el primer torneo de combate medieval en la misma plaza donde la princesa fue rescatada por su dragón.
Game of Thrones, actualmente en el rodaje de su séptima temporada, ha descendido en otros pueblos españoles, como Zumaia en el País Vasco (norte), que ha pedido consejos a Osuna.
Otros destinos turísticos ya asentados también se han beneficiado, como Peñíscola, en la costa este, cuyo castillo al borde del mar se convirtió en la sexta temporada en la ciudad de Meereen, feudo de Daenerys Targaryen.
"Game of Thrones ha sido un verdadero regalo para nosotros", dice Laura Hidalgo, portavoz de la ciudad.
"Desde julio de 2015 (cuando se anunció el rodaje) hasta hoy, nada más en prensa internacional se han emitido más de 5.000 noticias sobre Peñíscola, lo que supone un retorno promocional (...) de más de 35 millones de euros", se congratula.
Dos años después de su visita, los habitantes de Osuna siguen recordando cuando actores como Clarke, Peter Dinklage o Michiel Huisman paseaban por sus calles. Las personas se agolpaban frente a sus hoteles como si fuera Hollywood, recuerda un residente.
"Fue grande", describe Dolores Padilla-Cuervo, de 64 años. "Hay mucho más ambiente, más gente de fuera", dice, contenta por la popularidad ganada por Game of Thrones.
Aun cuando la serie en sí no es de su agrado: "Es muy fuerte, hay mucha guerra".
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