Opinión

Al Grano

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Sencillamente no puedo creer que esta columna de hoy sea para elevar un pensamiento a mi hermano, más que cuñado, Luciano . Me parece todavía que nada ha pasado, que todo es mentira, que en cualquier momento timbrará el teléfono y será él para hacer algo el fin de semana con los chicos, o que irrumpirá en mi casa con su inconfundible Hellooow entre bromas, saludos y risas. La escribo, además, a sabiendas de que él me hubiera dicho: “estás loco, patita, escríbete algo vacilón”. Pero qué difícil complacerlo con un dolor así lacerándole a uno el alma.








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