En el contexto de la celebración de la Semana de los Derechos Humanos en Costa Rica en noviembre anterior, el Consejo Internacional de la Universidad para la Paz, entidad creada por las Naciones Unidas en 1980, celebró su undécima sesión. Fue la primera reunión del nuevo Consejo en San José.
El Consejo actual, nombrado por el Secretario General de las Naciones Unidas y el Director General de la Unesco en marzo de 1999, está integrado por destacados académicos e internacionalistas que representan a las distintas regiones del mundo: ¡frica, Asia, Europa y las Américas.
Entre los 15 miembros del Consejo destacan personalidades como el señor Nitin Desai, de la India, subsecretario general de la ONU para Asuntos Sociales y Económicos; el profesor Hans van Ginkel, de Holanda, rector de la Universidad de las Naciones Unidas con sede en Tokio, Japón; el profesor Steven Rockefeller, de los Estados Unidos; el embajador Mohamed Sahnoun, de Argelia, y el profesor Rodolfo Stavenhagen, de México. Por parte de Costa Rica integran el Consejo la vicepresidenta Elizabeth Odio y la diputada Sonia Picado. El Consejo está presidido por el Dr. Maurice Strong, secretario general adjunto de las Naciones Unidas, de larga trayectoria internacional en el área del ambiente y los derechos humanos.
Ampliación y fortalecimiento. Motivados por sendos mensajes de apoyo y compromiso de parte del señor presidente de Costa Rica, don Miguel ¡ngel Rodríguez, y del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Anan, los miembros del nuevo Consejo decidieron por consenso ampliar y fortalecer a la Universidad a fin de que pueda cumplir la misión que en el momento de su creación le había sido conferida por la Asamblea General de la ONU.
Esta misión de relevancia mundial para las causas de la paz, la seguridad, los derechos humanos y la democracia, se vio profundamente afectada en los últimos años, entre varias causas, por limitaciones financieras que la confinaron a un papel menor dentro de los organismos de las Naciones Unidas. Por ello, su trayectoria ha estado muy por debajo de lo que su mandato internacional le impone.
La experiencia internacional de los miembros del Consejo y su profundo compromiso de toda una vida con los conceptos y objetivos medulares de las Naciones Unidas contribuyeron a que, como resultado de la sesión de noviembre en San José, se definieran las prioridades del futuro trabajo de la Universidad en temas como la prevención de conflictos; el desarrollo de una cultura de paz y no violencia; el ambiente; el manejo de los recursos naturales y su relación con la promoción de la paz; y el concepto de la seguridad humana. También se examinó la situación de los cursos de posgrado que se imparten a fin de ubicarlos en su correcto nivel.
Otro tema de especial atención del Consejo fue la realidad financiera de la Universidad la cual, contrariamente a las aseveraciones de la administración anterior durante la previa sesión del Consejo de marzo pasado, se encuentra en una situación precaria y sujeta en este momento a una auditoría externa.
Ambiente de optimismo. Empero, lo más importante de la reunión de noviembre fue el ambiente de optimismo que impera entre la nueva administración y el Consejo, ambiente positivo al que se unieron los laureados de la UPAZ con doctorados honoris causa, la señora Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicaragua; la doctora Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; y el pionero del mundo de los medios de comunicación y filántropo, Ted Turner de la CNN. La ceremonia académica fue compartida por los expresidentes de Costa Rica don Rodrigo Carazo, quien recibió el unánime reconocimiento del Consejo por su continuo apoyo a la Universidad para la Paz, y don Oscar Arias, premio Nobel de la Paz, quien, frente a dignatarios y el numeroso público presente en el Auditorio Nacional de Museo de los Niños, pronunció un mensaje magistral sobre el desarme.
Estamos confiados en que al cumplir su XX aniversario en diciembre del 2000, la Universidad para la Paz será una institución internacional clave por su contribución a la paz del mundo. Una institución relevante, transparente y creíble: una auténtica Universidad para la Paz, tal y como fue concebida originalmente.
Nosotros, al igual que los demás miembros del Consejo damos nuestros más decidido respaldo al proceso de renovación de la institución y confiamos en que, como resultado de este esfuerzo, tanto Costa Rica como las Naciones Unidas estarán muy pronto orgullosos de la nueva Universidad para la Paz.
(*) Presidente y vicepresidenta, Consejo UPAZ