Ante los acontecimientos de violencia y desorden del 14 y 15 de setiembre en Cartago y San José, expreso: las decisiones fundamentales para el desarrollo del país son, sin duda, asunto de todos los costarricenses, por lo que en el análisis de temas como el Tratado de Libre Comercio EE. UU.- Centroamérica-República Dominicana, la Universidad Nacional (UNA) ha insistido desde el inicio en la necesidad de promover los espacios de información, consulta y diálogo necesarios para que el país como un todo se enrumbe por la senda correcta.
Sin embargo, la libre manifestación ciudadana sobre este y otros asuntos fundamentales para Costa Rica debe darse en el marco de los principios y valores que nos han caracterizado como costarricenses: libertad de expresión, diálogo, tolerancia y, sobre todo, respeto.
No podemos aceptar, con ninguna justificación, que en la libre expresión de la opinión ciudadana se transgreda ese delgado pero fundamental límite que establece la diferencia entre las libertades de unos y los derechos de otros.
Orden y respeto. Por ello, una vez más, la UNA hace un llamado a la población para que participe activamente en la resolución de los problemas estructurales que nos afectan como país, pero con la mayor responsabilidad, orden y respeto. Igual actitud debe prevalecer en el Gobierno, que debe además mostrar apertura al diálogo, tolerancia y calma. Hablemos, no gritemos. Confrontemos nuestras opiniones sin caer en la violencia.
En el caso del TLC, informémonos de modo objetivo y claro; estudiemos el texto y sus implicaciones en el corto, mediano y largo plazos; revisemos las posiciones en favor o en contra, sin apasionamientos.
Garanticemos así que el proceso de análisis ciudadano de este y otros temas pendientes, pero igualmente trascendentales, como la reforma fiscal o la modernización del Estado, constituya un inmejorable ejercicio de educación política que contribuya a la construcción del país que todos los costarricenses deseamos y necesitamos.
Dudas razonables. El Consejo Universitario de la UNA se ha manifestado opuesto a la aprobación del texto actual del TLC por considerar, tras un exhaustivo análisis, que existen dudas razonables sobre la posible limitación al desarrollo legal y jurisprudencial progresivo del país.
Sin embargo, la UNA también reafirmó ante la sociedad costarricense su compromiso como institución pública de educación superior de contribuir con la construcción de una agenda permanente de país que garantice el fortalecimiento del Estado social de derecho y las garantías económicas, laborales, sociales, ambientales, educativas y de salud de la población. Por eso, llamamos a la calma, para que la fuerza y la violencia no prevalezcan sobre el diálogo y la razón.