En los últimos días de agosto dará inicio la Segunda Semana Social en Costa Rica. El tema para este evento es: “La ética cristiana y el ejercicio de las responsabilidades públicas, empresariales, sociales y personales”.
Para comprender la importancia de aquello que se va a dar, es bueno que busquemos las raíces históricas de esta institución iluminadora del pensamiento social de la Iglesia.
Las Semanas Sociales nacen en Francia en el año 1904. El gran artífice fue el laico Henri Lorin, que buscaba iluminar desde el pensamiento de la Iglesia la convulsionada realidad social y política gala. Más tarde aparecerá la figura de M. Eugene Duthoit que, luego de recopilar los aportes de las primeras “Semanas”, funda el Instituto de Ciencias Sociales y Políticas de Lille y se convierte en el gran líder social cristiano del continente europeo. Todo este esfuerzo de los intelectuales franceses va a ser en gran medida inspirador para la promulgación de la Quadragésimo Anno, de Pío XI.
La iniciativa francesa fue replicada primeramente en muchos países europeos. En América Latina fueron impulsadas primero en Chile por san Alberto Hurtado y luego adquirieron relevancia en Argentina y Perú; progresivamente se extendió por otros países del “continente de la esperanza”. Cabe destacar igualmente el impulso que se le dio a esta institución en Canadá.
Un taller cultural. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 532) se refiere a esta reunión de la eclesialidad laical, de la siguiente forma: “La iniciativa, experimentada desde hace muchos años en diversos países, es un verdadero taller cultural en que se comunican y confrontan reflexiones y experiencias, se estudian los problemas emergentes y se individúan nuevas orientaciones operativas”.
En Costa Rica se habló por primera vez de una Semana Social en diciembre de 1929 que, bajo el impulso del presbítero Rosendo de JesúsValenciano Rivera, se efectuó en la parroquia de La Merced. Este dato se consigna en la biografía del sacerdote.
De forma institucional se organizó la Primera Semana Social en Costa Rica, bajo el auspicio de la Escuela Social Juan XXIII e impulsada por su director, el presbítero Claudio María Solano Cerdas, entre los días 8 y 12 de mayo del 2000. El tema escogido para este magno evento fue: “Familia y Justicia Social Católica”. Mons. Román Arrieta Villalobos sostenía que el motivo por el cual se convocaba esta actividad de índole social era “… orientar el desarrollo armonioso de la sociedad, de la política, de la economía y de la cultura del país en función de la auténtica identidad y el fortalecimiento de la familia…”. La magnitud de este evento no pudo ser más significativa.
En esta Semana Social estuvieron como expositores cardenales, obispos, sacerdotes y lo más importante es que algunos laicos dieron ponencias de gran nivel como la del fallecido Germán Doig. Se contó con la participación de las fuerzas vivas de Costa Rica: políticos, empresarios, líderes sociales se reunieron para dialogar a la luz de la doctrina social de la Iglesia.
Hoy nos encontramos de cara a la Segunda Semana Social en Costa Rica. Ella ha sido convocada por Mons. Hugo Barrantes Ureña. Entre el 28 de agosto y el 1.° de setiembre contaremos con expositores de primer nivel. Aquí estarán presentes los obispos de Costa Rica y de muchos países hermanos, las autoridades políticas de la nación, los líderes empresariales, los principales representantes de los trabajadores y pensadores laicos. Tendrá a muchos catedráticos de universidades locales y extranjeras; estos pensadores buscarán –iluminados por el pensamiento social de la Iglesia– contribuir a la construcción de una Costa Rica más justa, solidaria y reconciliada.