El consumo de tabaco constituye el mayor riesgo que afronta actualmente la salud pública mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un tercio de la población mundial de 15 y más años fuma regularmente. Este alto porcentaje de población fumadora convierte el consumo de tabaco en la mayor pandemia actual y futura, en el enemigo número uno para la salud y la vida de la humanidad en el ámbito mundial.
Dadas las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales, en forma unánime 192 miembros de la Organización Mundial de la Salud aprobaron, el 23 de mayo, el Convenio Marco para el Control de Tabaco. En ese momento, la doctora Gro Harlem Brundstland dijo: "Es un hito en la historia de la salud pública y piedra milenaria de la colaboración internacional en el mundo globalizado".
No obstante que Costa Rica firmó el Convenio Marco de Control de Tabaco en junio del 2003, no lo ha ratificado aún, lo que sí han hecho ya 78 países, entre ellos Canadá, Chile, Honduras, Jamaica, México , Panamá, Trinidad y Tobago, Perú y Uruguay.
Devastadoras consecuencias. El Convenio Marco de Control de Tabaco tiene como objetivo proteger a las generaciones presentes y futuras contra las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco, proporcionando para ello un conjunto de medidas que se deberán aplicar a fin de reducir de manera continua y sustancial la prevalencia del consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco.
Las medidas que deben cumplirse a cabalidad son estas:
a. Aumentar el precio de los cigarrillos
b. Promover la cultura antitabaco en el hogar, las escuelas, los colegios y las universidades
c. Prohibir firmemente la publicidad , la promoción del tabaco y el patrocinio de eventos deportivos, culturales y sociales por parte de la industria tabacalera
d. Llenar el 50% de una de las caras de las cajetillas de cigarrillos con datos del daño a la salud.
Consecuentemente, es imprescindible e impostergable la ratificación del Convenio Marco de Control de Tabaco por parte de los diputados de la Asamblea Legislativa. En ellos descansa, en buena medida el presente y futuro de la salud de nuestra querida patria, siempre que aprueben "el hito en la historia de la salud pública".