La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice tener como guía el precepto de que el acceso de cualquier persona a una mejor atención de la salud es un derecho humano fundamental. Sin embargo, Taiwán ha sido excluido de dicha organización.
Como consecuencia de esa exclusión, se niega a los taiwaneses la información médica reciente; la asistencia que se requiere en casos de emergencia médica nacional se ve entorpecida. A otras naciones también se les niega la ayuda proveniente de un amigo desinteresado y deseoso de proveer asistencia médica.
En recientes reuniones llevadas a cabo en Ginebra, una propuesta de discusión sobre el otorgamiento a Taiwán del estatus de observador de la OMS fue manipulada de tal manera que se desechó de la agenda, inclusive antes que Taiwán o alguno de sus defensores tuvieran la oportunidad de expresar sus preocupaciones. Esto es una sucesión de eventos lamentables para Taiwán y para el mundo entero.
El pueblo taiwanés tiene la esperanza de que algún día los miembros de la OMS hagan de la salud y la unidad mundial sus verdaderas prioridades, permitiendo la participación de Taiwán.