La agenda mínima y necesaria

Seis grandes deudas con nuestro futuro

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Solo algunos costarricenses hoy vivos podrán disfrutar de otro cambio de siglo y ninguno, por supuesto, de milenio. Sin embargo, rebasará la población actual el número de personas que, conforme avancen los años, les exigirá a sus dirigentes la solución de los problemas nacionales. Los más severos críticos, si no cumplimos, serán los niños y los adolescentes de hoy. Concluidos los festejos y apagadas las luces, esta es la cuestión. Hemos cambiado de año, de siglo y de milenio, pero los problemas son los mismos. A los irresueltos en estos años se agregarán otros, si no se actúa con determinación.








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