El Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera está feliz y orgulloso de hacer este reconocimiento al Dr. Édgar Mohs por haber recibido dos importantes premios: la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lo nombró “héroe de la salud pública de las Américas”, uno entre 11 notables, y recibió la medalla al mérito pediátrico Dr. Federico Gómez del Hospital Infantil de México, donde se tituló como médico pediatra.
El Dr. Mohs ha destacado en cuatro campos esenciales de la Medicina: ejercicio correcto de la profesión, docencia, investigación y prevención de las enfermedades.
Ejerció su profesión con dedicación, esmero y ética, brindó a sus pacientes consejos y tratamientos basados en la más reciente y corroborada información científica, y se adelantó por muchos años a los conceptos actuales de la práctica de medicina basada en la evidencia. Muchas generaciones de estudiantes nos beneficiamos de sus enseñanzas; nos enseñó ciencia, pero también predicó con el ejemplo.
Maestro. Nos pareció muy apropiado que esta sesión sea presentada por estudiantes de la Universidad de Costa Rica, donde fue profesor por muchos años y de la que es catedrático. Están aquí también estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed), de la cual recibió un doctorado honoris causa.
En investigación científica, el Dr. Mohs ha hecho contribuciones muy importantes al conocimiento de las enfermedades de los niños; abarcó todos los campos de la Pediatría. Ha publicado 8 libros, 190 artículos científicos, 91 documentos técnicos y numerosos folletos. Ha dictado más de 500 conferencias en reuniones científicas nacionales e internacionales.
Una de las características más notables del Dr. Mohs es la capacidad de ver en un problema la posible solución. Una capacidad de observación fuera de lo común marca su personalidad.
En prevención de enfermedades, ejerció gran liderazgo desde los importantes cargos que ocupó: director general de este hospital por 30 años, viceministro y ministro de Salud. Prestó su cooperación en Acueductos y Alcantarillado, el Conicit y muchas otras instituciones y comités. Aportó un nuevo paradigma antes muchas enfermedades de los niños: debemos tratar no de controlarlas, sino de erradicarlas.
Su esfuerzo en ese campo ha traído resultados muy importantes principalmente en relación con las diarreas y en las enfermedades prevenibles por vacunación, como la poliomielitis, tétanos, tos ferina, difteria, sarampión y, más recientemente, la meningitis.
Pilar. Sus ideas sobre control y erradicación de enfermedades han sido pilares para los programas del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social, que pretenden mejorar la salud de los niños y han tenido influencia notable en los esfuerzos que todos hacemos para disminuir la mortalidad infantil del país a menos de 10 por 1.000 nacidos vivos.
Como coordinador para disminuir la mortalidad infantil, reconoció que las enfermedades que padecen los recién nacidos son un reto fundamental para mejorar la salud infantil, y su influencia fue determinante en el desarrollo de todos los servicios de neonatología, al establecer un programa para los prematuros con enfermedad de membrana hialina.
Con gran tenacidad logró unir voluntades para construir el edificio que hoy alberga al centro para la prevención de discapacidades, que coloca a Costa Rica a la vanguardia en la prevención de enfermedades genéticas y metabólicas.
Su gran influencia para mejorar la salud de los niños se ha extendido al mundo, por lo que, al celebrar la OPS los 100 años, lo escogió como uno de los grandes héroes en ese período.