Prensa libre
-La información como un derecho-
¡Eureka! Nuestro Presidente ha descubierto el agua tibia. Dice que “la prensa contemporánea… no solo informa, sino, también, influye, decisiva y casi siempre deliberadamente, sobre las opiniones políticas de las personas.” Brillante deducción sin duda. No obstante, yo creo más en una prensa libre que en su gobierno cualquier día de la semana, y me pregunto si se habrá cuestionado alguna vez por qué le dieron el Nobel si no fue para darle peso a su discurso entre las naciones centroamericanas.
Ernesto Antonio Pérez Leonhardes
San José
Problemas de Tibás
La gran cantidad de justificaciones del señor alcalde de Tibás, en las que contesta las múltiples quejas de los vecinos del cantón publicadas en la sección Cartas de La Nación , son simples excusas. El constante trabajo de apagar fuegos de la Municipalidad no da abasto. Continúan los problemas por la gran cantidad de calles en mal estado, fallas en la recolección de basura y faltante de tapas de alcantarillas.
Edwin Carballo Sánchez
Tibás
Cuidado al elegir
Estoy totalmente de acuerdo con la carta del señor Duncan Manley Fredrich (28-8-09), respecto a la proposición de doña Laura Chinchilla, de poner gente tan joven a decidir por nuestro país en la Asamblea Legislativa. Pero, por favor, doña Laura, yo creo que usted debería ser más cuidadosa al elegir a quien o quienes la acompañarán en un futuro gobierno, pues tiene mucha validez el argumento del señor Manley.
Hannia Sánchez Montoya
Upala, Alajuela
Sí a la juventud
En política, los jóvenes tienen conocimiento que aportar. La experiencia la adquirirán con el tiempo. No se les debe negar una oportunidad, quizá única, por el hecho de ser jóvenes. Políticos brillantes iniciaron su carrera a temprana edad. Cuántos mayores irán en las papeletas para diputados y no tienen ni conocimientos ni experiencia. La pujante juventud, que llena hoy día institutos y universidades, sintió frustración cuando leyó en Cartas (28/8/09) el artículo titulado “Malas señales”.
Joaquín Solano Calderón
San Pedro
Guerra de los tomates
Llama la atención la obsesión de Chávez por iniciar una guerra.Ya son varios países amenazados de enviarles ya, pero ya, los tanques, los aviones ylos millones que ha gastado en armamento. Parece que está desesperado por usarlos. De nuevo amenaza a su vecino Colombia, democracia soberana que lleva años en ardua lucha contra el narcotráfico, con romper relaciones. Insta a todos a la milicia; esto es, a levantarse en armas.La solución a la psicosis de Chávez, para bajar esa obsesión cuartelera y militar, sería asistir a la “Guerra de los tomates” que recientemente se llevó a cabo en una ciudad europea. Quizás ahí, agarrándose a tomatazos durante todo un día, se le baje un poco esa fiebre y sus berrinches de Rambo.
Consuelo Armijo Pantoja
San José
Suspender feria
Me parece que no tiene sentido hacer la feria de Expo-Pococí en tiempos en que el Ministerio de Salud está en lucha contra la fiebre AH1N1. Ya está demostrado que los Juegos Nacionales trajeron atletas contagiados a la provincia. Con estas fiestas sería peor, pues la aglomeración de personas es muy alta. ¿Quién se va a hacer responsable si el índice de infectados en el cantón se incrementa después de las fiestas? Se han suspendido actividades como la romería a la basílica de la Virgen de los Ángeles, lo cual se debe tomar muy en cuenta.
Heriberto Cordero Soto
Guápiles
Acuerdo con editorial
Felicito a La Nación por el editorial del 27 de agosto del 2009: “Regalo con dinero ajeno”. El comentario logró abrir los ojos de los incautos diputados. Don Óscar Arias tal vez se molestó, pero, diay, también la prensa se debe al pueblo. Hace muchos años hubo un regalazo para los cafetaleros. Esta vez La Nación le guardó las espaldas al pueblo.
Alfredo Montoya Montoya
Liberia, Guanacaste
Altos decibeles
Le sugiero a Édgar Silva bajar sus decibeles. Eso maltrata los oídos de quienes tratamos de ver y escuchar los programas que realiza Canal 7. Tal es el caso de Estudio 7 . Por dicha y gracias a Dios, vivimos en un país libre para expresar lo que sentimos.
Víctor Rodríguez Bolaños
Rohrmoser