Ronald Coase, premio Nobel de Economía, decía que “si uno tortura lo suficiente las estadísticas, estas terminarán confesando”. Se me vino eso a la mente con el artículo de Miguel Gutiérrez Saxe (31/3/16) donde afirma que en Costa Rica tenemos una baja carga tributaria.
El autor recurre al viejo y desacreditado truco de contar como carga tributaria únicamente los ingresos del Gobierno Central, que el año pasado representaron un 13,7% del PIB. Como se ha señalado ad nauseam, esto deja por fuera otros impuestos cobrados por entes estatales desconcentrados –particularmente las municipalidades–, así como las cargas sociales, que en nuestro país son reconocidamente altas.
Hace poco la OCDE publicó su informe anual de estadísticas tributarias para América Latina en el que calcula correctamente la carga tributaria incorporando todos estos impuestos. La cifra para Costa Rica en el 2014 fue un 22,5% del PIB, lo cual no solo es superior al promedio de la región, sino que también es la quinta más alta luego de Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay.
El estudio revela que desde el 2000 la carga tributaria de Costa Rica ha aumentado en 4,3 puntos porcentuales del PIB. Es decir, si ahora tenemos una crisis fiscal, no es porque los ingresos no han subido, sino porque el gasto está fuera de control.
Ante el descrédito de la cifra del 13% del PIB, el autor recurre a malabares estadísticos para afirmar que tenemos bajos impuestos. Por ejemplo, dice que en los países con un alto índice de desarrollo humano, la recaudación per cápita promedio en el 2011 fue $627 superior a la de Costa Rica. Pero no aclara qué está incorporando en el rubro de “recaudación”. Al comparar sus datos con números de la Contraloría, queda claro que para Costa Rica no incluyó las cargas sociales, por ejemplo. Para los otros países, no sabemos.
Llama la atención que en todo su artículo, que se supone es una contribución a la “discusión fiscal”, Gutiérrez Saxe no usa la palabra “gasto” ni una sola vez. No debería sorprendernos, ya que en los últimos años han salido a la luz informes que demuestran que la calidad de servicios como educación, justicia y salud ha caído a pesar de que gastamos más recursos en ellos.
Con Costa Rica ubicada en la posición 118 de 144 países en cuanto a la eficiencia de su gasto público –según el más reciente Informe de Competitividad Global – lo último que los proponentes de una mayor carga tributaria quieren discutir es: ¿más impuestos para qué?
Juan Carlos Hidalgo es analista sobre América Latina en el Cato Institute con sede en Washington. Cuenta con un BA en Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional y una maestría en Comercio y Política Pública Internacional del George Mason University.