¿Será cierto que los de izquierda son más humanos que los de derecha? La industrialización con gente encadenada a la máquina era la inhumana realidad del siglo antepasado, criticada por los socialistas Marx y Engels en sus teorías (1840-90). Todavía, 100 años después, los modelos de derecha eran muy insensibles, como narran Mamita Yunai (1940) o Juan Varela (1939) en la primera mitad del siglo XX. No puedo opinar sobre la Costa Rica de hace 70 años porque yo no había nacido, ni siquiera mi papá. Pero sí conozco esta primera década, dentro del siglo XXI tengo evidencia científica para analizar si ¿desarrollan más al ser humano los modelos de izquierda?
Desde 1990, la ONU publica elÍndice de Desarrollo Humano (IDH)que evalúa el nivel de educación, salud e ingresos; o sea, indicadores sociales y de capital (la calificación es de 0 a 1, como nota máxima). En Costa Rica, el IDH bajó un poco, a 0,85. Los zurdos culpan al modelo neoliberal; pero Chile, con ese modelo derechista, tiene la mejor nota de todo Latinoamérica (0.87). Brasil mejoró por su educación y salud de izquierda, pero Argentina cayó, aunque se declaren bolivarianos.
Los mejores del mundo son Australia y Noruega con 0,97: los noruegos son socialdemócratas centralistas, mientras que los australianos privatizaron monopolios y quitaron poder a los sindicatos. ¿Entonces? La hipótesis no calza con la realidad de este siglo: suben en el ranking quienes mejoran sus ingresos, la salud y educación. Si son derechos o izquierdos, es irrelevante.
A diestra y siniestra. Parte del desarrollo humano es el respeto por el medioambiente. Lideran la lucha los ingleses, sí, esos cuya revolución industrial fue muy contaminante, ahora tienen como norte ser ricos y sanos en hábitat verde. Estados Unidos está reformando su responsabilidad ambiental y su sistema de salud; tanto el “imperio” británico como el yanqui ahora tienen corazón. China, gigante comunista de billetera capitalista, sigue quemando carbón sin importar el calentamiento global.Venezuela solucionó la crisis energética de Nicaragua regalando petróleo y plantas térmicas, salida nada ecológica.
Y ¿la libertad de expresión? Una ONG francesa,Reporteros Sin Fronteras, publica anualmente un índice sobre este tema. Gracias a Dios, Costa Rica se sitúa en los mejores lugares latinos; Venezuela y Cuba, en los peores. Los de izquierda dicen que el índice es alterado y anticubano; no me consta, habría que marchar por las calles de La Habana con una pancarta de “No a Fidel” a ver qué pasa. Sí consta que se cierra la prensa de oposición en Venezuela. Suena razonable que China y Corea del Norte estén al fondo de la tabla mundial. Los países nórdicos de Europa tienen notas casi perfectas.
El odio añejado 170 años permite meter en el mismo saco y detestar por igual a la bananera de 1940 y al call center del 2010, solo porque ambas son “transnacionales yanquis”. El empleado de una zona franca gana el doble del salario promedio del país, tiene capacitación continua y aire acondicionado. El impacto ambiental es casi nulo y están al día en sus cuotas de la Caja, aunque tengan médico de empresa y guardería. Eso es desarrollo humano.
Al final, no importa si la mano derecha empuja el libre comercio o la izquierda mejora la salud pública, que la mano invisible baje tarifas celulares o la visible construya escuelas, lo importante es que empujen en la misma dirección y que se logre progreso. Al que piensa así se le puede etiquetar como izquierdista mercantil o un derechista social, me gusta más lo simple: realista. Mi abuelo pudo ser socialista, mi papá socialdemócrata, yo me considero pragmático. Al final, lo único continuo es el cambio y lo único tangible son los resultados.