La información publicada por La Nación el 14 de julio, bajo el título “ICE paga a peones y misceláneos hasta ¢1,4 millones”, contiene graves inconsistencias e inexactitudes que generaron confusión en la opinión pública y dieron una imagen distorsionada de la realidad.
Lamentablemente, el medio difundió el reportaje sin verificar la validez de las numerosas denuncias, como demanda el ejercicio de un periodismo riguroso.
El artículo se elabora a partir de la información suministrada por el diputado Otto Guevara sobre salarios del ICE en abril. En ese mes, la institución reportó al Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) el pago de tres bisemanas en la planilla de proyectos en construcción, lo que incrementó el monto en un 50% con respecto a los meses anteriores.
Esta modalidad de pago bisemanal hace que dos veces al año (abril y setiembre) se reporte a la Caja tres pagos a esos funcionarios.
La Nación ignoró esa realidad y a partir de esos datos emitió una serie de conclusiones y análisis comparativos utilizando esos reportes al Sicere (con el pago de tres bisemanas) como si correspondieran a salarios mensuales y los comparó con la empresa privada.
Tampoco La Nación verificó la realidad del cargo que ocupan los funcionarios citados e hizo caso omiso a la homologación de la estructura de puestos del ICE con el listado de ocupaciones que establece el Sicere.
En ese marco sostiene, por ejemplo, que un peón de construcción gana ¢1,4 millones, cuando en realidad se trata de un operador especializado de maquinaria de túnel, que tuvo esos ingresos por el efecto del pago bisemanal. Un peón de construcción gana mensualmente ¢324.000.
El reporte salarial de un aperador especializado en maquinaria de túnel es de aproximadamente ¢564.000 en jornada diurna.
Procedo a aclarar otros casos divulgados por La Nación.
Misceláneo. Es falso que el ICE le paga ¢1,3 millones mensuales a un misceláneo. Su salario base es ¢335.220. El monto corresponde al de un auxiliar técnico en construcción y mantenimiento, con 35 anualidades.
Albañiles. Es falso que un albañil gane ¢1,6 millones mensuales. El salario es ¢424.950. El monto publicado se refiere a un profesional 1, con dedicación exclusiva, 15 anualidades, disponibilidad y carrera profesional.
Cocineros. Es falso que algún cocinero devengue un salario mensual de ¢1,4 millones. El caso en referencia es uno de los jefes de turno del comedor del proyecto hidroeléctrico Reventazón, cuyo ingreso ordinario es ¢540.000 y atiende a casi 4.000 personas diariamente.
Digitador de datos. Es falso que algún digitador de datos del ICE devengue un salario de ¢1.128.000. El promedio es ¢410.930. Este caso corresponde a un asistente de ingeniería que trabaja en proyectos. El monto reportado incluye las tres bisemanas que se cancelaron.
Chofer de auto liviano. El reporte del Sicere en este caso incluye un pago retroactivo al 2014. El salario mensual de este chofer, asignado a proyectos, es ¢433.000 en horario diurno.
Bibliotecario. Un bibliotecario en el ICE tiene un salario base de ¢659.700 colones. El monto mencionado es de una profesional 6, encargada del Centro de Información Empresarial del ICE. Tiene 35 anualidades, carrera profesional y dedicación exclusiva.
Contador público. No corresponde a un contador sino al auditor general del ICE, que tiene salario único.
El ICE no tiene acomodador de cine. El Sicere tiene la categoría “guardián y portero, acomodador de cines y teatros”. La Nación informó erróneamente que el ICE tiene acomodadores de cine, cuando en realidad son vigilantes que fueron clasificados en esa categoría. El salario señalado es del encargado de vigilancia y seguridad del proyecto Reventazón.
Policía y detective. El salario de 1.867.824 colones corresponde al jefe del área de investigaciones de la Dirección de Protección y Seguridad institucional. Tiene un sobresueldo por disponibilidad, 28 anualidades y otro por ascenso interino.
Pintor automotriz. Es un funcionario de Proyectos. Su salario mensual es ¢600.000 y no el monto divulgado que incorpora el pago de las tres bisemanas de abril.
Inspector de tránsito. Se refiere más bien a un guarda de la planta Arenal, que trabaja 24/7 desde hace 32 años. Tiene acumulación de horas extras, derivado de los turnos de trabajo.
Curador de museos. Es un problema de homologación, pues la condición reportada a la CCSS no es la que le corresponde a la actual. Realmente es un director de proyectos de transmisión que tiene un salario de ¢2.435.720.
Telefonista devenga 1,6 millones. Tampoco es cierto. Se trata de una profesional que cambió de puesto y no se le hizo el ajuste en la calificación del Sicere.
Árbitro. Es falso que el ICE cuente en su planilla con un árbitro. La persona reportada es un preparador físico, contratado en jornada laboral de un cuarto de tiempo en actividades físicas de personal que pernocta en proyectos.
Finalmente, aclaro que, por un error nuestro en el proceso de codificación de puestos, se registró en dicha planilla como “arreglista floral” a los obreros calificados en el campo de la construcción, que trabajan en proyectos.
Roberto Chacón Castro es director de Gestión Humana del ICE.