Un sobresalto de indignación me embargó el 22 de abril al leer el titular de La Nación “ICE enciende planta térmica pese a tener embalses llenos”.
Qué barbaridad, es lo primero que se viene a la mente. En un segundo momento de reflexión uno se cuestiona, pero ¿cómo?, ¿será cierto? Inmediatamente se leen estas frases que acompañan a tan resonante título: “Cuatro represas superan niveles esperados, pero instituto quema búnker de ‘manera constante’”.
Una réplica, casi súplica de misericordia: “Entidad alega que producción eléctrica renovable se tornó insuficiente”, pero luego viene el golpe mortal que nadie podría soportar: “Impacto de la medida podría verse en tarifas de luz a partir de julio”.
Con esto, se han derrumbado las murallas mentales, que, de existir, pudieran cuestionar de alguna manera la exactitud del título del reportaje.
Ante tan desconcertante situación, procedí a investigar los datos en la página del Cence. Efectivamente, hasta el 17 de marzo no se utilizó energía térmica, pero, comparando los datos entre esa fecha y el 21 de abril, aparecen resultados interesantes. Por ejemplo, la producción total, solamente aumentó un 2,8%; pasó de 30,2 a 31 GWh. Pero la generación eólica bajó un 80%. Esto significa una disminución de 1.887 MWh. La energía generada por fuente térmica fue 1.029 MWh. O sea que la disminución en la generación eólica fue en parte lo que obligó a generar térmico. La otra causa para quemar combustible es la falta de producción a filo de agua (sin embalse) de los generadores privados, que bajó un 47% (1.778 MWh). Contrariamente, la generación de Arenal subió un 12% y la geotérmica, un 6,5%.
Por supuesto que ese reportaje desató toda suerte de comentarios contra el ICE en el sitio en Internet de La Nación. Podría decirse que las enardecidas turbas virtuales salieron con antorchas y tridentes con la consigna de matar a la criatura.
El otro punto de inexactitud es suponer que dado que los embalses están llenos, se puede generar toda la energía que se requiere en un momento dado.
Los sistemas de generación eléctrica, como cualquier máquina, tienen una capacidad limitada de producción. Sería absurdo pensar que si se tienen los tanques llenos de leche, se pueden producir infinita cantidad de cajas de leche al día. De la misma manera, las máquinas de generación tienen una capacidad de producción, aunque los embalses se estén desbordando.
Pero, viendo los datos reales, es evidente que no hay mala gestión y sí una tendenciosa desinformación en contra del ICE.
Esta situación muestra, de manera clara y evidente, las consecuencias de un sistema dependiente de fuentes renovables tan variables como la energía eólica y el filo de agua. Nuestro país debe hacer mayor uso de fuentes renovables más estables, como la geotermia y los embalses para minimizar estos efectos adversos.
(*) El autor es docente en el ITCR de los cursos de Electricidad y Electrificación rural en la Escuela de Ingeniería Agrícola desde hace más de 12 años. Además, es miembro de la Comisión de Electricidad del Siice y participante en la Mesa Nacional de Diálogo Eléctrico organizada por el Minae.