He tenido un viaje inimaginable. Conversar de regreso a Costa Rica con un gran profesor, el británico Tony Little, director durante 25 años del famoso Eton College, uno de los más importantes del Reino Unido, donde el orden es total y la libertad de pensamiento absoluta ha forjado sus élites por generaciones. Es autor del libro titulado ¿Cómo educar con inteligencia?
La tranquilidad del vuelo permitió descubrir muchos temas en nuestra conversación, de cómo sacarle partido a la educación secundaria. Sorprendentemente, su diálogo fue sobre las cosas sencillas. Mi inquietud era saber cómo ha podido ser exitosa la enseñanza colegial en la larga tradición británica. ¿Cómo potenciar el aula para obtener mejores resultados? Nada se hace realidad si no existe amor en el trabajo del educador. Fue su primera escueta respuesta.
Sus peleas y discusiones con los padres de familia por lograr un ambiente positivo en todos los colegios que ha dirigido, la expulsión de los alumnos no competentes, sus programas de becas y las horas felices que tiene cada centro educativo fue parte de nuestra conversación.
Exigir en los detalles. Me quedó claro que el éxito de muchos colegios está en cuidar los pequeños detalles. En sus experiencias anteriores como director, en uno fue involucrar a los padres de familia; en otro, colocar claras ideas a los alumnos sobre disciplina. En otro, hacer la diferencia y orden, exigiendo a los estudiantes ir bien peinados a las lecciones. Fueron momentos de disciplina inquebrantable, pero que hicieron recobrar la esperanza de que la autoridad vale.
En un colegio, los padres de familia llegaban en pijamas y dejaban a su hijos para ir a seguir durmiendo. Fue un tiempo de preparación que vivió en diferentes colegios antes de ingresar como director al prestigioso Eton.
Little se involucró con los padres para que participaran en reuniones, para conocer el estado de los estudios de sus hijos. Después de muchas refriegas,los padres de familia entendieron que eso formaba parte de la educación de sus hijos. Son pequeños detalles que dieron vuelta al espíritu de un colegio.
A pesar de ser un colegio con más de 500 años de existencia, su vida y experiencias son las mismas que tiene cada director de colegio en nuestro país. Él coloca mucho acento en todas la conversaciones, en las preguntas que hace con dureza a cada padre de familia.
Según Little, la publicidad y el mercadeo se han apoderado de la adolescencia y los padres de familia se han encargado de no entender este nuevo lenguaje y sus retos, sin dedicarle la atención necesaria. Las potencialidades están allí, pero también el debilitamiento de las virtudes esta helando algunas aguas cercanas a los centros educativos. La Internet descontrolada es atención de este profesor.
Educación espiritual. Él hace un permanente llamado a los padres a entender sus hijos, para comprender esas erupciones pasajeras de la adolescencia, recordando que pasarán, y que esos jóvenes regresarán con nuevas y positivas actitudes. Solo es cosa de mantenerse firmes y dejar pasar lo que podría no ser tan importante.
Admiré a lo largo del viaje su conversación y su sentido de combinación de libertad con entendimiento. El ilustre visitante que llegó junto a mi asiento tiene firmes convencimientos de que los jóvenes tienen que tener una vida espiritual, respetando sus creencias, pero que no se pueden dejar de lado.
La asistencia a servicios religiosos los fines de semana, la formación espiritual, son temas que él no deja pasar. También considera que la educación diferenciada tiene su importancia debido a las potencialidades que tiene los jóvenes a esa edad, cuando las mujeres tienen un liderazgo mayor, diferente al de los jóvenes, lo cual merece tratarse en una educación separada: Colegio de Señoritas, Liceo de Costa Rica, en nuestro caso.
Colegio, no parqueo. Como a cualquier director de colegio en Costa Rica, le preocupan los excesos de alcohol, las drogas y el sexo. De vez en cuando un padre de familia le insulta y se lleva a su hijo, y muchas veces antiguos alumnos que aman el colegio le hacen una visita. Así es la vida de toda institución grande.
Un colegio no es un estacionamiento, es donde les dan educación a los hijos. Aquí se exige la participación de los padres de familia.
En resumen, Eton es un colegio en donde la autoridad impera, en donde el alumno y el profesor saben quién es el director y quién manda. Las familias distinguidas mandan a sus hijos a este colegio del cual hay varias películas. Un programa de becas fue puesto en marcha gracias a la ayuda de antiguos colegiales.
Sus 10 horas de amable compañía nos llevó a tener siempre presentes a sus colegas de Costa Rica. Al atardecer terminamos la conversación. Yo me permití apuntar algunas de sus experiencias. La pregunta sobre cómo darle vuelta a un colegio quedó pendiente para nuestro próximo encuentro. Mientras tanto su libro se cerró.
El autor es diplomático.