En la actualidad, el deporte del atletismo tiene un resurgir asombroso. Sin embargo, el punto importante no es que la gente corra; lo preocupante es que ahora todo el mundo es “entrenador”. Quizás suene extremista, tomando en cuenta que no hay que ser un genio para poder correr, pero en realidad se requiere de una asesoría profesional para hacerlo.
A continuación, detallo puntos importantes de los aspectos que refuerzan la importancia de tener un entrenador profesional:
•Correr implica aspectos anatómicos, fisiológicos, psicológicos, de planificación, biomecánicos, que no se adquieren corriendo, sino estudiando.
•La función del entrenador no es ser mejor que sus clientes, es hacerles mejorar mediante procesos responsables y establecidos con un perfil profesional.
•La diferencia entre un entrenados profesional y otros no es lo que hacen, es conocer el porqué de la cosas. Quien no conoce, está adivinando; quien no corrige claramente, es porque duda. Copiar recetas de Internet es fácil; entender su aplicación es distinto.
•Lo preocupante de esta situación es que estas metodologías incorrectas de trabajo atentan contra la salud de las personas y, en unos 10 o 15 años, quienes van a tener trabajo de sobra son los ortopedistas y fisioterapeutas.
Nadie le dice a un médico que lo defienda en un juicio, nadie le pide a un abogado que le haga una cirugía. ¿Por qué, entonces, entrenar con alguien que no es un entrenador?