El pasado 31 de julio se cumplieron 102 años del nacimiento de Milton Friedman, economista, estadístico e intelectual estadounidense, padre del monetarismo moderno y premio nobel de economía en 1976. De origen judío austro-húngaro, nació el 31 de julio de 1912 en Brooklyn, Nueva York.
Se le considera el líder de la escuela monetarista de Chicago, que enfatiza la importancia de la cantidad de dinero como el instrumento de la política gubernamental y como el determinante de los ciclos económicos y la inflación.
Entre sus libros destacan Capitalismo y libertad (1962), muy famoso y controversial, Una historia monetaria de Estados Unidos (1963), Un marco teórico para el análisis monetarista (1971), Libertad de elección (1980), Dinero y desarrollo económico (1973) y Teoría de los precios (1976).
Fue profesor e investigador en las universidades de Chicago, Columbia y Stanford. En 1996, junto con su esposa, Rose, crearon la Fundación Friedman y también entre ambos publicaron en 1998 las Memorias . Se graduó de máster en la Universidad de Chicago y de Ph. D. en la Universidad de Columbia, en 1946. Además, recibió numerosos doctorados honorarios en universidades de Estados Unidos, Japón, Israel y Guatemala. Fue presidente de la Asociación Americana de Economía y de la Sociedad Mont Pelerin.
Paladín de la libertad. Para sus múltiples seguidores en diferentes puntos del planeta, fue un liberal, un paladín de la libertad individual y gran defensor de la libertad económica y el libre mercado. Tanto en Chile como en China, y en realidad en todas partes donde pronunció conferencias, sostuvo que la liberalización económica era indispensable y que, tarde o temprano, conduciría a la democratización política. Adversó las teorías de lord John Maynard Keynes y se basó en el liberalismo clásico de Adam Smith. Siempre dijo que “la economía social de mercado es la única solución”.
Criticó el gran tamaño del sector público en los países occidentales y se opuso a las políticas de fijación de precios y al proteccionismo económico. Favoreció la apertura de la economía afirmando que las fuerzas del mercado libre son más eficientes para la asignación de recursos, y para fomentar el crecimiento económico, que la intervención del Gobierno en la economía, pero aclarando que la buena política económica favorece y fortalece la democracia y la libertad. Y, además, aseveró que “la existencia de un mercado libre no elimina la necesidad de un Gobierno… que es esencial para determinar las reglas del juego y como árbitro para aplicar las reglas que se decidan”.
Friedman fue el pionero en la elaboración de los ránquines de libertad económica por país y se opuso al servicio militar obligatorio. En 1988 fue distinguido con la Medalla de la Libertad de los Estados Unidos.
El más influyente. Generalmente se le considera el pensador liberal más influyente del siglo XX y principios del siglo XXI. Sus ideas fueron aplicadas por los gobiernos de Margaret Thatcher en el Reino Unido y de Ronald Reagan en los Estados Unidos, pero su influencia fue mucho más allá, y Gobiernos socialdemócratas, socialistas y hasta comunistas se apropiaron de algunas de sus recomendaciones y políticas públicas. Su ideario llegó a tener peso incluso en China y Rusia. Los que tratan de desacreditarlo se concentran en criticar su visita al general Pinochet y su influencia en las políticas económicas en ese periodo de la historia chilena, pero curiosamente nunca le objetaron sus visitas a China y a otros países con sistemas políticos no precisamente democráticos.
Sus postulados son la base de muchas de las políticas y prácticas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y otras entidades internacionales. Para los Gobiernos y movimientos del Foro de Sao Paolo, Friedman sería el arquetipo del “neoliberal”, algo que se debe criticar siempre en campaña electoral y luego hay que tomar en cuenta cuando se llega al Gobierno.
Friedman puso a Hong Kong como ejemplo de economía de libre mercado: Dijo que, “si quieren ver capitalismo en acción, vayan a Hong Kong”. Se pronunció a favor del libre comercio, pues consideraba que favorece la entrada de ideas y mercancías, y constituye el instrumento más poderoso para crear sociedades libres.
Para Friedman, la inflación es un fenómeno negativo creado por los bancos centrales que expanden la masa monetaria. Favoreció un gobierno limitado a lo suyo, es decir, a la libertad, la protección de los derechos de propiedad, la justicia, la seguridad y la paz.
La formación económica en nuestras universidades sería más balanceada y completa, si, además de Keynes y Marx, se estudiara también el legado de Milton Friedman, sin caer, por cierto, en el pensamiento único y en el culto a la Escuela de Chicago o a alguna otra escuela de economía.
Friedman falleció a los 94 años de un ataque al corazón en San Francisco, Estados Unidos, el 16 de noviembre de 2006. ¡ Ave, libertas, morituri te salutant !