En el artículo “Horrores del Registro Civil” ( La Nación, 16/11/2015), la señora Yalena de la Cruz enumera hechos en las que acusa al Registro Civil de perpetuar conductas discriminatorias en relación con algunos ciudadanos.
Si bien es política de esta institución escuchar la crítica ciudadana y de igual forma proponer transformaciones cuando es necesario, también es importante aclarar cuando se envía a la ciudadanía información equivocada sobre los verdaderos acontecimientos.
Cambio de lógica. Hace tres meses se incorporó una nueva planilla directiva al Registro Civil y, con ella, un cambio de lógica en la gestión de esta entidad que trabaja para los costarricenses. No en vano, se han acelerado diversos procesos como, por ejemplo, la obtención de la cédula de identidad en unas horas. Antes se tardaba de 3 a 7 días.
Tenemos mucho por mejorar y trabajar, pero fieles a nuestro compromiso de superación continua, hemos velado por mejorar los procedimientos y hacer valer el tiempo de una ciudadanía que lo merece.
Ahora bien, en semanas recientes, nos vimos obligados a aceptar el error. Por medio de la prensa, nos enteramos de que un matrimonio entre dos mujeres había sido inscrito por un error humano ocurrido en el 2003. Se cambió a masculino el registro del sexo de una de las cónyuges, durante el proceso de digitalización de datos.
Justamente, la divulgación de este matrimonio por parte de las personas interesadas, le permitió al Registro Civil identificar el error cometido y, conforme nos obliga la ley, se corrigió de oficio el yerro anotando el sexo de Jazmín Elizondo tal como constaba en la partida de nacimiento original.
Es absolutamente falso que el Registro Civil haya anulado el matrimonio de Jazmín y Laura o haya “corrido a desaparecerlo” de sus archivos, como también se ha insinuado. Sigue inscrito porque su anulación dependerá de lo que resuelva un juez.
Error informático. Al hacer el cambio en el sexo consignado a Jazmín, el sistema informático que utilizamos para nuestras consultas civiles en la web no pudo interpretar la información del matrimonio, porque Jazmín se casó cuando estaba registrada como hombre.
Como en nuestra base de datos sigue apareciendo el matrimonio inscrito, advertimos el problema por acción de la prensa y hemos estado trabajando en una solución sin que esto afecte otras consultas civiles, pues recibimos en nuestro sistema más de 25.000 diarias.
Si alguna persona desea buscar bajo el nombre de Laura Flórez-Estrada, encontrará en la web que el matrimonio sigue inscrito. También puede solicitar una certificación física del matrimonio en la sede central del Registro.
Sobre otros matrimonios. El Registro Civil no puede rechazar la inscripción de un matrimonio legal realizado por un notario y tampoco tiene autoridad para anularlo. En los casos que De la Cruz cita, quedó claro ante la opinión pública que se debió a una supuesta actuación ilegal del notario que registró ese y otros matrimonios irregulares.
Conocido lo anterior, el Registro Civil acudió al Ministerio Público y solicitó a la Procuraduría General de la República, como abogada del Estado, gestionar la nulidad de dichos matrimonios ante jueces del Poder Judicial.
La prensa y la ciudadanía acuciosa nos han permitido conocer otros casos de error y buscar resolverlos. La causa de Laura y Jazmín es defendible, pero no debe darse ante el Registro Civil, pues no está en sus manos cambiar la ley vigente ni anularlo por inconstitucional.
Esta institución no acusa, no persigue y no discrimina a los ciudadanos; es, por el contrario, respetuosa de las preferencias y derechos de la ciudadanía, como lo es también del ordenamiento legal vigente.
El autor es el oficial mayor civil del Registro Civil.