La muerte de Steve Irwin, famoso naturalista australiano, sorprendió al mundo entero. Sus acostumbradas escenas desafiantes ante una variedad de alimañas y fieras le habían concedido un sitial especial en el concierto de los programas de aventuras en la naturaleza. Sus osadías hicieron eco al dicho de que “ni el mar, ni la montaña, ni las alturas, ni las profundidades lo detenían” y durante muchos años forjó una imagen que nos confrontó sobre el temor a la naturaleza y nos animó a ver al hombre como parte del ecosistema. Para mala fortuna, un pequeño error, un descuido le costó la vida, pues mientras buceaba en aguas poco profundas de Australia una raya le insertó el estilete, le perforó el corazón.
Contradicción. Lo irónico es que, a diferencia de los encuentros con tiburones, cocodrilos o serpientes, su muerte aconteció ante un animal que estrictamente no ataca, más bien huye. El tipo de raya que acabó con Irwin habita aguas costeras tropicales. En Costa Rica tenemos varias especies conocidas como rayas látigo o ásperas, que tienen un aguijón o espina cartilaginosa que puede ser una verdadera navaja y en algunas especies supera los 30 cm. El estilete presenta dos surcos que secretan veneno desde el tejido glandular cartilaginoso y está cubierto de una capa de integumento bajo la quetambién el veneno se concentra. Este tipo de rayas vive sobre fondos arenosos o fangosos poco profundos y son solo visibles los ojos y la cola; el ser casi invisibles es un factor peligroso y fuente de pinchaduras y laceraciones de pescadores, mangleros y concheros que viven en áreas asociadas a los bosques de manglar y las bocas de los estuarios del golfo de Nicoya y del golfo Dulce.
Para la vida. El desafortunado suceso nos da varias lecciones para la vida: 1) Debemos estar siempre alerta y no menospreciar al enemigo, a veces jugamos con la vida, nuestro más preciado tesoro. 2) En la medida en que el hombre invada el hábitat de los animales, en forma proporcional encontrará una señal de defensa o de ataque; les recomiendo ver en familia las películas Vecinos invasores o Las aventuras de Lucas. 3) La naturaleza salvaje de algunos animales es parte de su estructura genética y producto de una larga historia evolutiva con respuestas ajustadas a ciertas condiciones, sobre todo cuando estas signifiquen invasiones, amenaza de peligro o muerte. 4) Las relaciones con los animales deben ser de respeto y mesura, no tenemos porqué humanizar lo que naturalmente no es; de seguir así, tendremos mas víctimas. 5) La diversión y la aventura no deben superar los límites de la naturaleza; si los cruzamos, tendremos que correr con tristes consecuencias.
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