La incapacidad del Gobierno para financiar nuevas obras de infraestructura y equipar adecuadamente las operaciones de carga y descarga, y los vicios administrativos que se han apoderado del manejo de los puertos sugieren que precisamente la concesión a una entidad privada es la alternativa más favorable para conseguir la modernización de los puertos del Atlántico.
Es urgente emprender esta reforma porque el complejo portuario de Limón-Moín moviliza el 89% de las exportaciones y el 65% de las importaciones, y, por eso, es nuestra principal terminal para el trasiego de carga. De hecho, está entre los primeros 10 puertos de Latinoamérica por el volumen de contenedores que moviliza. Pero su desarrollo en infraestructura, equipamiento y sistemas de gestión dista mucho de llenar los requerimientos de la demanda. Y eso solo se puede traducir en altos costos de operación y disminución de la competitividad de nuestro comercio exterior.
Traba para crecer. El retraso que se ha acumulado para dar solución a esta incapacidad portuaria nacional, porque se ha advertido del problema desde hace más de una década, lo convierte en traba para el crecimiento de nuestro sistema productivo, y hasta en amenaza para que parte de nuestra carga se llegue a tener que movilizar por los puertos de países vecinos.
La transferencia de la administración de estos puertos es una tarea sensible desde el punto de vista social, porque conocemos la negativa de parte de los sindicatos para aceptar la concesión de obra pública. Por eso la manera de resolverlo sería mediante una intensa negociación con los dirigentes sindicales tal como se hizo en el caso de los puertos del Pacífico. Como parte de este proceso, hay que mostrarles, con ilustraciones claras, los resultados en puertos de otros países, donde el desarrollo de empleo en las actividades que se generan alrededor del puerto y el mejoramiento en la calidad de vida son evidentes.
Propuesta lista. Hace 8 años se decidió preparar los estudios para buscar la concesión de todos nuestros puertos y fue así como poco después se licitó la propuesta para los del Pacífico, gracias a la visión de dos líderes sindicales, don Gregorio Bolaños y doña Ana Montero, que impulsaron el proyecto. Desde entonces, quedó preparada una propuesta para los del Atlántico, que, lógicamente, se debe revisar para actualizarla y corregir cualquier error producto de la primera experiencia.
En el esfuerzo por esta modernización, es muy importante contar con planes maestros de desarrollo de todos los puertos debidamente actualizados ya que, por los cambios tecnológicos y de flujos en el transporte marítimo, estos instrumentos se deben revisar cada 5 años y permitir luego su inserción dentro de los planes nacionales de desarrollo del transporte.
Es indispensable atender, con la misma urgencia, el apoyo logístico a las operaciones de los puertos, para un acceso y retiro eficiente de las cargas. Por eso también son urgentes soluciones para nuestra red vial y ferroviaria.