El número de la cédula de identidad es único y acompaña al individuo hasta el resto de sus días; por lo tanto, no veo motivos para que el documento tenga fecha de vencimiento, con mucha más razón cuando la nacionalidad costarricense es irrenunciable.
Sin fecha de vencimiento, el Estado se ahorraría millones en materiales para la confección, tiempo valioso y trabajo.
No teniendo vencimiento la cédula, se evita a miles de costarricenses, ancianos, adultos y lisiados movilizarse de sus alejados y apartados lugares de residencia para ir a renovar el documento. Esto, desde luego, les trae el alivio de no gastar en traslados y les evita dificultades e inconvenientes, al tiempo que evita la saturación de las oficinas del Registro Civil.
En muchos países la cédula de identidad no tiene vencimiento; ojalá Costa Rica se una a ellos.