En el periódico La Nación del pasado 11 de marzo, la señora Ana Cristina Rossi, en un comentario sobre el Programa Bitácora que conduce Gioconda Ubeda, presentado por el canal 13, el día 3 de marzo, hace afirmaciones que no son ciertas.
Después de 36 años de enseñanza universitaria, creo que es la primera vez que me ha sucedido que, al afirmar algo, alguien interprete exactamente lo contrario. Solicité al canal 13 una copia de dicho programa, lo cual me permitió verificar que lo afirmado por la señora Rossi es contrario a lo que yo comenté en Bitácora.
No creo y nunca he creído que el llamado "goteo" económico sea la solución a los problemas sociales. Muy por el contrario, para que haya un desarrollo social vigoroso y sostenible se requiere un desarrollo económico, y ambos no puedan darse separadamente. Los ejemplos son abundantes y bien conocidos.
La disminución de la pobreza no surge espontáneamente por el solo hecho de que existan altas tasas de crecimiento de la producción nacional. Se requiere mucho más: una política social bien definida.
Sin política social. He sido muy crítico de que, durante los últimos gobiernos, no haya habido en el país una política social sería, coherente, integral y realista. De allí que no es de extrañar que no solo se hayan reducido los niveles de pobreza, sino que en el último año esta haya aumentado.
Mi comentario en el Programa Bitácora fue muy concreto. Por atender el servicio de la deuda pública no se han podido satisfacer las enormes necesidades sociales de la población. En muchos foros he comentado que el problema de la deuda pública costarricense no es económico, sino que es social.
Las consecuencias de ese muy alto endeudamiento estatal conducen a que cada día tengamos menos recursos públicos para hacer una realidad un desarrollo social de beneficio para los más necesitados.
La agenda nacional de los próximos años va a requerir un desarrollo económico como no lo hemos tenido por un largo tiempo y una política social que nos permita reducir los niveles de pobreza y erradicar la pobreza extrema que nos abate. Solo así podemos hablar de un verdadero desarrollo económico, como no lo hemos tenido por un largo tiempo, y una política social.
Esto no va a llegar automáticamente. Se requiere una definición clara de política de Estado. Espero que la señora Rossi tenga la entereza de reconocer que cometió una ligereza y un error. Me permito hacer esta aclaración por respeto a los lectores de La Nación , quienes pueden haber sido inducidos a error.
Finalmente, le expreso a la señora Rossi que no participo activamente en la campaña política actual. Estoy dedicado a mis labores profesionales y mal hace ella en confundir un análisis técnico, como el presentado en Bitácora, con consideraciones políticas.