Al guardameta de Alajuelense, Adonis Pineda, el mundo se le vino encima en el minuto 74 cuando dejó escapar un balón, que quedó a merced del delantero Giovanni Clunie; este aprovechó el obsequio y lo cedió a Rándall Chiqui Brenes, para que anotara el gol del empate 3-3 ante la Liga.
Pineda lució desconsolado, con el rostro desencajado por la rabia de haber regalado el gol del empate ante los brumosos.
"Sentí muchas cosas. A nadie le gusta cometer errores. Sentí mucha frustración porque teníamos el partido controlado. Sentí que todo se me vino abajo. Me dolió bastante, lloré, pero eso queda atrás, mañana es otro día y solo me queda pensar en lo que viene”, expresó Pineda tras el partido.
El joven guardameta admitió que es parte de la madurez que debe tener como jugador y que posiblemente llegarán goles de esa factura más adelante, por lo que deberá aceptarlos para progresar en su carrera deportiva.
“Si es la voluntad de Dios (cometer errores), debo aceptarla y seguir trabajando, aprender de ellos. El grupo me apoyó, al igual que los compañeros del Cartaginés. Ahora debo pasar la página y seguir adelante”, añadió Pineda
Adonis no pudo ocultar su llanto, ni la tristeza que lo embargaba, pero fue su verdugo, el Chiqui Brenes, quien llegó primero a consolarlo al finalizar el partido, a levantarle el ánimo tras la desafortunada acción del juvenil guardameta.
"Somos colegas —dijo el experimentado artillero, que llegó a 101 anotaciones en la máxima categoría con el Cartaginés—. No se puede derrumbar, porque él tiene muchas condiciones. Tiene un gran ejemplo en Patrick (Pemberton). No se puede derrumbar, debe seguir adelante, por eso llegué a darle ánimo, porque al igual que todos los jóvenes debe ir quemando etapas y salir adelante de situaciones difíciles”
Adonis no paraba de lamentar su error, quería que la tierra se lo tragara, pero ante ese dolor Pablo Antonio Gabas llegó a darle fortaleza, a animarlo, al igual que su colega Luis Diego Rivas, quien lo abrazó, caminó junto a él y le habló para sacarlo de su desazón, mientras el técnico Wílmer Pato López también acudió en su auxilio.
📽 .@A33_Pineda: 'Me dolió bastante, lloré... Ya ese error quedó atrás. Es el gol que más me ha dolido por el momento y van a venir más, estoy muy joven y van a venir más goles; tal vez no así, y si son así, los voy a aceptar porque es la voluntad de Dios". pic.twitter.com/A7Nj2UyqjD
— Fanny Tayver Marín (@FannyT_LN) November 12, 2017
Pineda, mundialista Sub 20 de Corea del Sur, debutó hace un año en la máxima categoría con los manudos.
En el Invierno 2016 se estrenó ante el Santos de Guápiles y sus recuerdos de ese día no son gratos, pues la Liga cayó 3-2 en el Colleya Fonseca.
Mientras que en el Apertura 2017 contabiliza cuatro apariciones, al atajar en los empates contra Carmelita (1-1) y Pérez Zeledón (3-3), la derrota de visita en Guápiles contra Santos (2-1) y la paridad de este sábado frente a Cartaginés (3-3).
Al orgullo de Hojancha le duele ver que en esos cinco partidos que tiene en su historial en la máxima categoría, siempre ha hecho tapadas importantes y de lujo, pero hasta el momento no ha logrado dejar la meta en cero.
Con mucho pesar afirma que de los 12 goles que le han marcado, el más difícil de digerir para él es este del Chiqui, porque reconoce que fue un error suyo.
Tras llorar en el camerino, Adonis fue el último futbolista manudo en abandonar las instalaciones del Estadio Morera Soto.
Su semblante reflejaba la tristeza que lo invadía, pero asumió su responsabilidad y paró para atender a los pocos medios de comunicación que aún aguardaban por él en la zona mixta.
Las declaraciones las brindaba con un nudo en la garganta, pero después de eso, terminó de desahogarse.
Ahí estaban sus familiares, con quienes se fundió en un abrazo.
Esas eran las voces de aliento que necesitaba escuchar en uno de los momentos más difíciles de su corta y prometedora carrera bajo los tres palos.