El Municipal de Pérez Zeledón llevó a sus gradas apenas un promedio por juego de 906 personas durante los 14 partidos disputados en casa entre la fase regular y la cuadrangular.
Esa media incluso sube gracias a los enfrentamientos ante Saprissa, Alajuelense y Herediano, de lo contrario, sería mucho menor.
Pero la ilusión de una final de campeonato hace que la dirigencia generaleña solo piense en un llenazo sin precedentes, el miércoles (8 p. m.) en el primer round de la disputa del título ante Herediano.
Tanto es así que el equipo, en conjunto con la Municipalidad, instalará una gradería extra para aumentar la capacidad del estadio a casi 4.000 aficionados.
“Estamos arreglando la parte del parqueo al lado sur para poner una gradería móvil al lado de sol, para que quepan unos 400 o 500 personas más”, comentó Juan Luis Artavia, presidente de Pérez Zeledón.
Sería algo muy diferente a lo vivido, sobre todo, en las 11 jornadas regulares, cuando solo en los tres cotejos ante los llamados grandes superó las 1.000 entradas.
Contra la S llevó 1.428 aficionados, ante Alajuelense 2.038 y cuando Herediano los visitó llegaron 1.264. En los duelos ante los otros clubes no superaron los 596 seguidores, cifra de la fecha 22, ante Liberia.
Artavia es consciente de eso y también de que durante la cuadrangular fue la visita de los morados la que "salvó" las taquillas para esa etapa del certamen.
En el juego contra Saprissa recibieron a 2.516 personas, ante Herediano 963 y ante Santos apenas 622.
“Aquí hay mucho saprissismo y en esa fecha fue en la que pudimos tener más recaudación y pagar las concentraciones y otras cosas”, dijo Artavia.
La Junta Directiva sureña está convencida de que pese al poco apoyo, en la final será muy diferente, pues desde este lunes sienten la emoción de los seguidores de estar en esta instancia.
“Las personas están totalmente entusiasmadas, lo vemos en la calle, abrimos las boleterías a las 8 de la mañana y ya había gente esperando para comprar entradas”, añadió Artavia.
Es por ese ambiente de alegría que el presidente de Pérez vislumbra un escenario abarrotado y con aficionados sin espacio para ingresar al recinto.
Los precios de los boletos son de ¢10.000 en sol, ¢15.000 en sombra y ¢25.000 en butaca.
Esa efusividad de la afición la siente el plantel, pero el técnico José Giacone intenta que sea parte de la motivación y no una distracción.
“Saben que en el pueblo de Pérez hay entusiasmo, pero yo les dije (a los jugadores) que no se enfoquen en el entorno, sino en el próximo partido”, aseveró el entrenador.
Para el estratega argentino, la felicidad se siente con solo salir a la calle.
“Nos han hecho saber que hay mucha ilusión, nos envían mensajes y montón de muestras de afecto para el grupo. Todo eso hace que nosotros también queramos devolverle esa alegría que nos transmiten”, concluyó.