Que el Mundial no salga manchado ahora sí es responsabilidad de Rodolfo Villalobos 

Costa Rica en 2014 organizó un Mundial Infantil Femenino y en aquel momento la cita del orbe quedó manchada por una serie de irregularidades que se detectaron una vez destapado al FIFAGate. Para esa cita el actual jerarca de la Federación Costarricense de Fútbol, Rodolfo Villalobos, formaba parte del Comité Ejecutivo de la entidad como tesorero, pero según sus palabras nunca se dio cuenta de lo que sucedía porque no fue tomado en cuenta para la organización.

Pese a su versión, una auditoría ordenada por la FIFA le señaló entonces una responsabilidad “media” sobre el Mundial.

Ahora, él como cabeza de la Federación, deberá velar porque el Mundial Sub-20 Femenino, al que el país es fuerte candidato, no tenga las manchas que tuvo la anterior edición.

En torno al Mundial del 2014, La Nación, en una publicación realizada en junio del 2018 dio a conocer los elementos ‘extraños’ que detectó la auditora Ernst & Young Global Limited (EY).

Entre las anomalías descubiertas aparece, por ejemplo, el inexplicable pago de $50.000 a un proveedor no identificado casi un año después del Mundial.

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"EY no tuvo evidencia del beneficiario final sobre un desembolso realizado el 31 demarzo del 2015 por $50.000 que corresponden al número de cheque 759. La única referencia que tuvo al alcance EY es por el concepto de ‘Pago Cheque de Compensación’”, reza el informe.

EY detectó en su estudio una relación entre Eduardo Li, presidente de la Fedefútbol de ese momento y jerarca del Comité Organizador Local, con la empresa constructora de muchas de las mejoras que se le hicieron a los estadios.

"Había amistad entre Li y dos proveedores de construcción: Zebol Construcciones Z &B S. A. y 3-101561660 S.A., relacionada con la empresa MS Construcciones, del Ingeniero Solo de Saldívar. En el caso de Zebol Construcciones Z & B S.A., se le pagaron $701.518 mientras que lo estipulado en el contrato eran $492.000. Otra empresa de construcción, Superficies de Centroamérica, fue contratada por $215.000, pero recibió $241.796″, relata la información.

En ese mismo documento se cuestionó fuertemente al Secretario de la Federación de ese momento, Rafael Fello Vargas. El dirigente, actual jerarca de la Fedefútbol como presidente del futbol sala, podía tener conflicto de intereses con diferentes proveedores del certamen.

"También Vargas fue señalado por varios entrevistados de la firma auditora por un potencial conflicto de interés con los proveedores Inversiones Gerardo Chavarría (alimentos y bebidas), Isaseca (Seguridad), Clean Solutions (limpieza y mantenimiento) y Excursiones Marvi ( transporte)", se comunica.

Clara posición. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, explicó en conferencia de prensa que no quiere más este tipo de actos en el fútbol.

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"No hay vuelta atrás. Si alguien todavía en Costa Rica, en Centroamérica, en Norteamérica o el Caribe cree que puede venir al fútbol a hacer trampas para hacerse rico contra los intereses del fútbol, no queremos a esta gente", sostuvo.

Rodolfo Villalobos por su parte dio a conocer que ahora sí prestará atención a los detalles y recalcó que se buscará hacer un Mundial totalmente transparente.

“Desde ya tenemos prioridades. En el 2014 se organizó un buen Mundial que fue manchado por cosas extradeportivas. Es una extraordinaria oportunidad de organizar un gran Mundial y hacerlo de manera correcta al conformar un gran equipo de trabajo. La intención es tener un Mundial ordenado y transparente. Asumo esa responsabilidad con el respaldo de Concacaf, para que Costa Rica siga poniendo en alto el tema de la organización de campeonatos mundiales", finalizó.

Algunas rregularidades del 2014:

—$270.000 pagados de más en relación con los montos contratados a las empresas constructoras.

—$172.000 a Forward Sport Management Inc., por la compra de uniformes y balones nunca recibidos.

—$58.218 que no fueron reembolsados a la FIFA, como se debía.

—$38.800 por servicios no relacionados con la Copa Mundial Femenina a Renta de Automóviles El Indio.

—$7.000 por compra de butacas no recibidas de una empresa mexicana (Mobiliario S. A. de C. V.).

—Un préstamo de $3.000 a una funcionaria de la Fedefútbol, que al momento de la auditoría no había sido reintegrado.