Sumido en una crisis profunda, Liberia busca en sus juveniles la respuesta al desastre. Los atrasos salariales carcomen el poco ímpetu que le queda al equipo, cada vez más hundido en el oscuro sótano.
Y ante esta realidad, los jóvenes solo terminan siendo una víctima más, porque cuando los resultados no se dan, es difícil mostrar todas las condiciones.
A la S le bastó con apretar el acelerador por un instante para asegurar el triunfo y luego medir los tiempos. Después de todo, la consigna morada desde hace tiempo gira alrededor de lo que viene: la cuadrangular. Y en ese duro desafío de conseguir el boleto a la final, a Carlos Watson solo le queda afinar movimientos.
La consigna morada de acabar con la superioridad mostrada por Herediano en esta campaña parece tener como pilar la producción ofensiva, en la que el juego de Daniel Colindres y David Ramírez se presagia como las mejores armas del Monstruo para la fase decisiva.
En una extraña jugada, en la que la redonda cruzó por toda la defensa, apareció Heiner Mora para desviar el balón y mandarlo al fondo de los cordeles al 35’.
El gol fue como una grieta en una represa. Rompió por completo el débil engranaje liberiano y ocho minutos más tarde Daniel Colindres se encargó de aumentar la cuenta, después de una buena jugada individual de Jerry Bengtson y ante las enormes deficiencias de la zaga.
Saprissa, con su habitual solvencia para jugar por los costados y buscar la velocidad, se aprovechó de un adversario que le dio excesivas facilidades.
En la reposición del primer periodo, Ulises Segura se encargó de poner la lápida al duelo, otra vez encontrando los espacios en la retaguardia al 46’.
En el complemento, Liberia apeló a su orgullo para responder con dignidad a la adversidad. Aún sin argumentos claros para golpear con frecuencia a Saprissa, al menos adelantó las líneas en busca de los goles.
El mundialista infantil Yecsy Jarquín conseguiría el descuento al 65’. Con cara de niño y una habilidad innata, Jarquín representa a una nueva camada que acelera el paso en busca de un hueco en la Primera.
La anotación despertó a la S, que con espacios se encargó de perdonar a Liberia al generar cuatro ocasiones claras de gol.
Hasta el 75’, cuando Joseph Mora anotó el cuarto tanto, ante la displicencia de los marcadores y el guardavallas Barrera.
Este gol no sería suficiente para los morados, que convertirían la goleada en paliza, tras la corrida el espacio de Jonathan Moya, quien remató directo y fuerte para marcar el quinto.