
Admite que salió en malos términos con la dirigencia de Saprissa de ese entonces, que incluso lo amenazó con sacarlo del equipo titular si no firmaba la renovación de contrato. Bolaños acaba de llegar al Copenhague de Dinamarca, uno de los clubes más importantes del norte de Europa, de de donde espera saltar hacia alguna liga más competitiva. El mismo sueño que une a todos los legionarios costarricenses.
Sí, sí hubo una posibilidad más con el Liverpool que con el Marsella. Me reuní con Benítez (anterior técnico del club inglés), me dijo que tenía temor de que como era la primera vez que salía de Costa Rica el cambio fuera muy drástico. Me recomendó ir a jugar uno o dos años en España, siendo jugador del Liverpool. En ese entonces (2007) a los de Saprissa no les gustó y dijeron que no. Ellos eran mis jefes, yo no tenía nada más que hacer.
Por supuesto, yo entendía. La gente en Costa Rica piensa que en lugares como Noruega o Dinamarca no se juega futbol, y está equivocada. Tienen que ver los estadios, los campos de entrenamiento, el profesionalismo. Es lo que yo entendía de la propuesta de Benítez.
La verdad es una pregunta que yo también me hice después de que pasó todo eso. Yo me dedico a entrenamientos, jugar, prepararme. Lo otro yo se los dejo a los representantes, en el primer momento no me tocaron el tema. Tenía el contrato listo, fue un poco extraño como se manejaron las cosas en ese momento.
De Saprissa y de mi representante en ese momento. Me di cuenta de que siendo un equipo como Saprissa nunca habían estado al frente de una negociación así. Pensé que ellos tenían mejor conocimiento para manejar esas situaciones.
Era la única manera, yo tenía que pensar en mi familia. Incluso me dijeron que si no renovaba no me ponían a jugar. Antes de un partido me lo dijeron ‘Está bien, no firme y no lo tomamos más en cuenta’. Eso la gente no lo sabe y nada más dice que Cristian se fue por plata. Las personas que estaban en ese momento pensaban que ellos eran Saprissa, cuando Saprissa es la historia, es la institución, los jugadores, la afición.
Ellos (equipo Odense) mostraron mucho interés, fueron a ver una final que jugamos con Alajuela. Eso me dio buenas sensaciones. El equipo iba a jugar la UEFA, algo que me atrajo mucho.
Lo que siempre tuve claro es que quería salir de Costa Rica. Había tratado de estar en una de las ligas más importantes (Inglaterra), ya conocía un poco lo que significa estar fuera, lo que se exige pero también las facilidades que existen.
Sí, uno como jugador debe tener presente que esta es una profesión y debe pensar en el mañana. Hay que ser profesional. Si hacés las cosas bien, te pagan bien. Es difícil pero si uno ahorra un poco le puede ayudar para el futuro.
El primer año jugué casi todos los partidos. El segundo, cuando viajaba a los partidos de la Selección pasaron cosas extrañas, percibía un mal ambiente del entrenador, el asistente y el presidente.
Sí, cuando regresaba tenía que esperar el chance. El equipo ganaba y el entrenador respaldaba a los que habían ganado. Yo sé que uno debe esperar su oportunidad, pero es raro cuando uno rinde en los entrenamientos, los aficionados hablan bien y aún así uno no juega. Me llevó a tomar la decisión de preguntar qué estaba pasando. Ahí apareció el Start (Noruega).
Es muy parecido. Ya había tenido casi dos años en Dinamarca, desde que llegué me empezaron a salir las cosas muy bien. Estoy muy agradecido con ellos.
Conversé con Bryan (Oviedo, su compañero en el Copenhague) y me dijo que el equipo era muy bueno, que tenía bonito ambiente. Yo sabía que era un equipo grande, que iba a disputar
Es muy diferente, no por los jugadores sino por el estilo. En Costa Rica hay muy buenos jugadores, pero acá se trabaja con más intensidad, tratan de darle más calidad a los entrenamientos. Se lleva su tiempo asimilar eso.
La parte táctica, tal vez cuando jugaba en Costa Rica no era tan ordenado en ese sentido. Aquí enseñan a ser más aplicado.
Para mí esta es una buena oportunidad, no todos los días se puede jugar una