Alajuela
Pasaron 40 meses desde que Bryan Oviedo escuchó la terrible noticia de quedar fuera de Brasil 2014 por lesión, un anuncio devastador, pero que lejos de derrumbar al lateral izquierdo, alimentó su hambre por tener una revancha.
Aquel desconsuelo que sintió el 10 de mayo del 2014, luego de no poder superar una fractura de tibia y peroné en su pierna izquierda, es tema del pasado para Oviedo, quien hoy en día, a las puertas de sellar el boleto para Rusia 2018, no esconde que añora más que nadie ir a la Copa del Mundo.
Solo mencionarle a Bryan la justa mundialista da para que se le ilumine el rostro y de inmediato dibuje una sonrisa, la que denota ese deseo absoluto por entonar el Himno Nacional en el máximo certamen futbolístico, escuchar el pitazo inicial y empezar a recorrer la banda de arriba a abajo.
"Añoro mucho este Mundial, la verdad es que lo he esperado bastante y quiero que se me dé. Voy a trabajar muy fuerte para poder estar ahí. Me siento muy bien. Es muy importante para mí tener este ritmo, jugar y ahora lo más importante para mí es concentrarme en mi club, hacerlo bien y estar al más alto nivel", señaló el defensor minutos antes de regresar a Inglaterra.
El carrilero vive una historia muy distinta a la de hace tres años, dejó el Everton y ahora milita con el Sunderland, en la Championship (segunda división). Además, cuenta con regularidad en su club y recuperó su puesto en la Tricolor de Óscar Ramírez.
Las lesiones parecen darle una tregua a Oviedo, quien se resintió en la Copa Oro, pero recibió el alta el 8 de agosto y desde entonces acumuló tres partidos como estelar y luego se sumó a la Sele, con la que también participó desde el arranque frente a Estados Unidos y México.
Tener participación de forma constante no ha sido fácil para el lateral, quien espera no soltar el puesto con los ingleses y también mantener la confianza de Óscar Ramírez en la Selección.
"Ha sido difícil tener esta regularidad, pero gracias a Dios se está dando, ahora queda aprovechar y seguir trabajando fuerte", añadió.
Si bien es cierto Costa Rica aún no está clasificada al Mundial, tiene un panorama inmejorable y todo podría ratificarse en la próxima fecha contra Honduras. El gane visaría la clasificación de forma directa, pero hasta un empate o incluso una derrota, en combinación con otros resultados, darían el pase.
Bryan considera que están muy cerca del sueño y por nada del mundo se les cruza quedar fuera, todo lo contrario, apuntan a cerrar todo ante los catrachos y así estar más cerca de lo que más añora.
"Fue una jornada bastante positiva, no como queríamos, pero nos da cuatro puntos que son importantísimos para lo que queremos. Ahora tenemos que esperar un poquito más, venir preparados para los próximos partidos y clasificar con nuestra afición, que es lo que esperamos desde hace mucho tiempo", finalizó.
Oviedo tiene la meta fija en ser protagonista en Rusia 2018 y así como se repuso de quedar fuera de la Copa del Mundo Sub-17 en Corea 2007 por lesión, espera hacer lo mismo luego de lo ocurrido en la recta final para Brasil 2014.