Cobrar inscripciones baratas para hacer atractivas las diversas competencias deportivas que se realizan en el país, hace que las pólizas que cubren a los participantes en ellas sean bajas.
Los montos “simbólicos” tocan a personas como Jorge Ortiz, a quien el 12 de abril, poco antes de la carrera Jacó Extremo, le cayó la rama de un árbol –murió el domingo anterior–, o Mauricio Sialom, venezolano que falleció tras un paro cardíaco en Aguas Abiertas de Punta Leona este sábado.
A ellos se suma Asdrúbal Fernández, quien en el 9 febrero murió de un paro en La Candelaria, en la que corría sin inscripción.
Tras un sondeo con varios organizadores de competencias, las cifras que cubren a quienes participan en sus pruebas oscilan entre ¢300.000 y ¢2 millones.
“Por muerte accidental la póliza es de ¢300.000, incapacidad permanente por accidente: ¢300.000, y gastos médicos por accidentes ¢30.000, eso es lo que cubre la póliza que ellos (atletas) pagan”, manifestó Cinthya Calero, representa legal de Atletismo Extremo, que organiza Jacó Extremo.
Calero añadió que si se aumenta la póliza el afectado es el atleta, quien asume el incremento.
“Uno define (monto de póliza) dependiendo del presupuesto, se empieza en ¢500.000 y ahí para arriba... El gran pero en Costa Rica es que le gente no está dispuesta a pagar inscripciones, en cualquier parte del mundo un triatlón vale $300 (¢166.500)”, comentó Ricardo Prada, creador de las Aguas Abiertas en Punta Leona.
“Se debería de cubrir por lo menos con unos ¢5 millones, como mínimo, en casos de muerte; lo que pasa es que es el incremento es alrededor de tres veces en inscripción”, señaló Víctor López, de Global Sport, entidad que organiza la Tamarindo Beach Marathon.
Diego Obando, de Más Deporte, propone que las federaciones tengan una póliza con el INS para cubrir a los que practican deporte.
Tal iniciativa la apoya Roberto Verdesia, presidente del atletismo, quien dijo que tienen conversaciones con el INS y que en poco tiempo obligarán a los organizadores a pólizas con mínimo de ¢2 millones.
Una vida. “Si pregunta a una persona en cuánto quiere que lo aseguren, dirá $1 millón; pero, quién paga esa cuota de inscripción, nadie. Se paga ¢1 millón porque es la que se puede pagar, pero está quien diga que su vida no vale ¢1 millón”, indicó Rainier Álvarez, jefe de la subdirección de Subscripción del INS.
La prima diaria para asegurar por ¢1 millón en una prueba de mar es de ¢2.225; pero si desea una de ¢30 millones, deberá pagar ¢74.088.