Me invitaron a visitar la clínica Nature y pasar una mañana llena de aprendizaje y de chineos en un ambiente especializado y libre de glúten. Les cuento cómo me fue.
Esta clínica brinda salud integral a los sensibles al gluten. Se ubica en el centro comercial Plaza Itskatzú.
Su propietaria, Joyce Méndez, vio un cambio radical en su vida cinco años atrás cuando le diagnosticaron intolerancia al gluten. Ella se vio obligada a hacer muchos cambios en su día a día para cuidar su salud y aprender a vivir con ello.
Confiesa que no ha sido fácil pues en el país aún falta sensibilidad con respecto a la intolerancia al gluten y a la celiaquía pues la mayoría de los productos y servicios que ofrecen los negocios no están listos para atender a la población con una dieta (y estilo de vida) especial.
Joyce nos lo cuenta a la fotógrafa Nina Cordero y a mí, mientras nos deleitamos con un apetitoso desayuno que se ofrece a diario en la cafetería Nature. Me sorprendo al ver pan en mi plato. Incluso hay tostadas francesas. Sin embargo, el chef nos explica que nada contiene gluten: una partícula proveniente de una mezcla de proteínas que se encuentran más comúnmente en granos como la cebada, la avena, el trigo y sus derivados. Utilizan harinas de arroz, de garbanzo o de almendras, por ejemplo.
"Esta clínica no está enfocada exclusivamente en los celíacos. Se enfoca en personas intolerantes al gluten. Aquellas personas que se sienten mal después de comer y creen que les dio colitis, a quienes comen poco y suben muchísimo de peso... Esos son indicios de intolerancia. Por eso la clínica tiene todas las áreas integradas", explicó Méndez, quien es administradora de empresas.
LEA: Clínica Nature brindará salud integral a los sensibles al gluten
Un concepto integral
La idea comenzó con abrir una cafetería en la que todo lo que se ofrezca al público sea libre de gluten, orgánico y proveniente de proveedores locales.
Este sueño creció y se transformó en una clínica donde se ofrecen servicios de nutrición, rutinas de ejercicios funcionales, masajes, faciales y otros servicios estéticos, terapia física, alimentación y hasta una feria de productos orgánicos cada martes.
Después del desayuno y una grata conversación con Joyce sobre cómo es vivir con celiaquía o intolerancia al glúten, pasamos a la sala de nutrición.
Nutrición
Allí nos atendió Sofía, especialista en nutrición con énfasis en la sensibilidad al glúten. Sin embargo, esta clínica puede utilizarla cualquier persona, aunque no tenga sensibilidad al gluten.
Sofía utiliza un sistema modernísimo que mide absolutamente todo. Se llama InBody. Con solo colocarme en un aparato y apretar unas manijas, me midió mi porcentaje de grasa, de agua, de músculo, la cantidad de minerales que absorbe mi cuerpo, mi grasa visceral y hasta determinó en qué lugares del cuerpo acumulo más grasa y más músculo. De verdad es un escaneo completo.
La nutricionista me hizo un montón de recomendaciones útiles con base en mi dieta y lo que más me gustó fue que tomó en cuenta mi estilo de vida de periodista, en el que me toca correr muchísimo y los horarios de comida no siempre son los mejores. Incluso, me dio ideas de meriendas saludables y prácticas para tener siempre conmigo.
Ejercicio
Yalexis León es entrenadora personal certificada y fue quien se encargó de armar una rutina personalizada de entrenamiento para mí.
No les miento cuando les digo que me puso a sudar. La rutina de entrenamiento dura aproximadamente 1 hora. Tiene 15 minutos de calentamiento en máquinas aeróbicas como la banda caminadora y la elíptica. Después, continúa con un circuito que alterna máquinas con pesas y ejercicios cardiovasculares que utilizan el peso del cuerpo.
Obvio, no me pude escapar de los odaidos burpees... ¡y además hice unas cuantas sentadillas, push ups y otras maravillas que detestamos pero son sumamente efectivas para quemar grasa y fortalecer músculo. Terminamos con un estiramiento y un poco de hidratación.
Facial
La maravilla de un servicio integral es precisamente esa: abarca todas las partes del cuerpo, por dentro y por fuera. Después del ejercicio, la encargada de la estética Nature, Fernanda Valverde, me realizó un examen facial.
La verdad es que nunca me había hecho uno y descubrí que en mi rutina de belleza ¡estaba haciendo muchas cosas mal! Creo que todas necesitamos uno de esos escaneos.
Fernanda me dijo cuánto acné tenía, qué tan hidratada estaba mi piel, si tenía poros abiertos y me contó hasta las arrugas. ¡Fue tan divertido como aterrador!
Claramente salí regañada: no estaba utilizando el limpiador correcto para mi tipo de piel, estaba utilizando crema humectante en lugar de crema hidratante y debo usar más bloqueador. ¡Cambios aplicados!
Incluso, me mandó por correo todas las recomendaciones y hasta me dio consejos sobre mascarillas naturales. Les comparto: yo tengo la piel grasa y a mí me recomendó hacerme dos veces por semana mascarillas de miel durante 15 minutos. También me recomendó utilizar infusión de té verde en el rostro. El seguimiento es tal, que de vez en cuando me escribe correos para darme recomendaciones y recordarme el uso del bloqueador y la hidratación.
Masaje relajante
Después del escaneo facial, llegó mi parte favorita: un masaje de cuerpo completo. En Nature todo es libre de gluten, incluso los aceites para masajes y los productos que utilizan son totalmente naturales. La especialidad es el masaje de piedras calientes con aceite de moringa. ¡Una delicia de una hora que no tengo como explicar!
Terminamos la jornada con un delicioso almuerzo: tartar de atún y filete de salmón con ensalada. Durante la comida, Joyce nos explicó que con el gluten se debe tener muchísimo cuidado. El atún y salmón que probamos viene del mar y no de un criadero pues es la única forma de asegurar que no se alimente con gluten .
Tartar de atún
Filet de salmón
Joyce me comentó que tienen paquetes que integran todos los servicios por mes: tres días de ejercicios funcionales con personal trainer, dos visitas al mes a la nutricionista y cuatro servicios de estética a escoger: un masaje de cuerpo completo y faciales, masajes relajantes y más.
El horario de atención es de lunes a sábado, de las 9 a.m. a las 7 p.m., en Plaza Itskatzú.