1. Coma de manera inteligente. Comer pequeñas porciones en periodos más frecuentes es mucho más efectivo que consumir grandes cantidades con tiempos prolongados de ayuno, esto debido a que las comidas abundantes ejercen presión sobre el estómago y el esófago, generando reflujo.
2. Evite comer tarde en la noche. Comer después de tres horas antes de acostarse puede generar reflujo y acidez. Lo ideal es respetar este lapso de tiempo para que el estómago esté lo suficientemente vacío.
3. No haga ejercicio inmediatamente después de las comidas. Dale tiempo al estómago para vaciar; esperar un par de horas. Pero evite acostarse, esto empeorará reflujo.
4. Dormir en una pendiente. El aumento de su torso hacia arriba con ayuda de un cojín, en forma de cuña, puede aliviar la acidez nocturna. No se limite con sostener la cabeza y los hombros con almohadas regulares, al hacerlo puede aumentar la presión en el estómago.
5. Identificar y evitar los alimentos asociados con la acidez estomacal. Aquellos ricos en grasas, alimentos picantes, tomates, ajo, leche, café, té, refrescos de cola, menta y chocolate. Las bebidas carbonatadas pueden causar eructos que traen consigo el reflujo.
6. Masticar chicle sin azúcar después de una comida le puede ayudar. La goma de mascar promueve la salivación, lo que ayuda a neutralizar el ácido, alivia el esófago. Pero evite la goma de sabor a menta, que puede desencadenar la acidez estomacal más que otros sabores.
7. Descarte los efectos secundarios de la medicación. Pregúntele a su médico o farmacéutico si cualquiera de los medicamentos que toma pueden causar dolor de acidez que se asemeja o contribuir a reflujo.
8. Baje de peso si es necesario . El exceso de peso pone más presión sobre el estómago y empuja el contenido del estómago hacia el esófago. La ropa y los cinturones de ajuste hermético que vienen con el aumento de peso también pueden ser un factor.
Fuente: Estudios de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.