Por unanimidad, el Tribunal de Juicio de San Carlos impuso 16 años de cárcel al exjefe de la Unidad Médico-Legal, Eladio Tacsan Ruiz, tras hallarlo culpable de abuso sexual y violación.
Por el primero de los cargos el forense recibió una pena de 4 años de cárcel, mientras que por el segundo otros 12 años.
Los hechos que dieron lugar a la condena ocurrieron, de acuerdo con la Fiscalía, entre febrero y marzo del 2006.
Según la acusación, para la fecha la víctima era asistente del forense. Dada la cercanía laboral, la afectada aceptó que este le aplicara unas inyecciones como parte de un tratamiento para bajar de peso.
En una de las sesiones, la trabajadora aseguró que Tacsan la tocó en sus partes íntimas, mientras que la última vez la violó en una sala del tercer piso, en el edificio de los Tribunales en Ciudad Quesada.
En razón de la alta pena impuesta, el Tribunal le denegó el beneficio de la ejecución condicional. En lugar de fijar en su contra prisión preventiva –como había solicitado el fiscal Andrés Chacón– , el Tribunal le dictó como medidas cautelares presentarse a firmar el 15 de cada mes y mantenerse en territorio nacional.
Reproche. La presidenta del Tribunal, Gabriela León, al fundamentar el fallo, dijo que la declaración del forense resultó evasiva porque no se refirió a aspectos puntuales de la acusación.
Los jueces dieron total credibilidad a la versión de la víctima. “La tesis expuesta por Tacsan de haber sido víctima de un supuesto montaje fue desvirtuada por las distintas probanzas que se presentaron durante el debate”, señaló León.
En cuanto a la pena, consideró que la conducta del forense fue antijurídica, pero, además, merece un reproche mayor en función del cargo que ostentaba.
Tacsan era el superior de la ofendida. “Se aprovechó usted de su jerarquía; de la confianza y admiración que su subalterna le tenía, así como de la privacidad del recinto de la Unidad Médico-Legal”, manifestó la jueza al finalizar el debate.
La jurista dijo que ninguno de los hechos señalados por la víctima y los testigos fue desvirtuado por la defensa.
Reprochó, además, que el hoy sentenciado aprovechara la posición que tenía la muchacha en el momento de recibir las inyecciones –estaba acostada en una camilla– para cometer el ilícito.
A la lectura del fallo asistió la víctima. La joven lloró cuando la jueza anunció la condena. De la sala se retiró en silencio, abrazada por familiares y amigos.
Por su parte, Luis Guillermo Coto, abogado defensor, anunció que presentará un recurso de casación, inconforme con los alcances del fallo. Durante la etapa de conclusiones, el representante legal había solicitado a los jueces que absolvieran a su cliente por dudas.
Coto sostuvo que las pruebas presentadas por el Ministerio Público no alcanzaban para comprobar la comisión de ilícito alguno.
La Fiscalía, por su parte, pidió en esa ocasión 20 años de cárcel. El fiscal Chacón insistió en que Tacsan nunca pudo desvirtuar el testimonio de la víctima y en todo momento trató de desacreditarla no solo a ella, sino también a los testigos ofrecidos por la subalterna.
Chacón fustigó que el forense se valiera de su condición de jefe inmediato para incurrir “en actos indebidos y censurables que dañaron la imagen del Poder Judicial”.
Finalizado el juicio, Tacsan se abrazó con su esposa e hijos. Prefirió no hacer comentarios. En la actualidad está pensionado.
La mayoría de los presentes durante la sentencia eran empleados del Poder Judicial. Colaboró el redactor Otto Vargas M.