Isla Tortuga, Puntarenas. Guardacostas estadounidenses decomisaron a cuatro pescadores costarricenses el más grande cargamento de cocaína detectado en el istmo: 3,5 toneladas.
El alijo era movilizado en el pesquero puntarenense Coopepez VI , barco a cargo del capitán Wínder Sánchez Arana (no trascendió su edad).
Con él viajaban los pescadores Édgar Campos Campos (36 años), Élmer Arias Fallas (50) y Luis Vílchez Badilla (33).
Aunque la captura se produjo desde el jueves en aguas internacionales –frente a las costas de Guatemala–, las autoridades de ambos países mantuvieron total silencio pues quedaron en encontrarse frente a isla Tortuga (en el Pacífico costarricense) para la entrega de los detenidos y el cargamento.
Eso ocurrió ayer poco antes del mediodía. Tres patrulleras ticas, custodiadas por lanchas rápidas, recibieron a los detenidos, vecinos de los barrios puntarenenses de Fray Casiano, Barranca y 20 de Noviembre.
Del barco Coopepez VI no quedó ningún rastro toda vez que los guardacostas de los Estados Unidos lo hundieron.
Lenta movilización. El barco tico zarpó de un muelle cerca del ferry de playa Tambor. Un radar lo captó mientras se desplazaba frente a Guatemala.
“Era una embarcación muy lenta y pesada. Los tripulantes no tuvieron oportunidad de lanzar la carga al mar”, explicó Carlos Alvarado, jefe del Servicio Nacional de Guardacostas.
Los paquetes de cocaína iban empacados en sacos. El ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, estima que el cargamento decomisado vale unos $60 millones, aunque el precio puede ascender hasta $400 millones, de acuerdo con el mercado meta.
“Aparte de lo enorme del decomiso, aquí lo que ha quedado en evidencia es que los narcos cambiaron el uso de lanchas rápidas para aliarse con pescadores.
“Las últimas capturas son prueba suficiente de que los carteles penetraron la flota pesquera (de Costa Rica). Así como hay gente honesta, algunos están colaborando”, lamentó Berrocal.
El Ministro se apoyó para sustentar su hipótesis en la captura de los barcos costarricenses Orca II (22 de setiembre del 2006 en Guatemala; 125 kilos de cocaína), Navegante I (20 de setiembre en Panamá; 621 kilos de cocaína y 34 de heroína) y Princesa de Drake (14 de diciembre en aguas ticas; 2.095 kilos de cocaína). Ante esos casos, el funcionario considera necesario revisar el subsidio de combustible que se otorga a los pescadores.
“Es lamentable decir que una buena parte ha sido utilizado por el narcotráfico”, concluyó.
Los cuatro pescadores ticos serán procesados por la Fiscalía de Narcotráfico de San José, adonde serán trasladados.