Los allanamientos se realizaron en San Rafael Abajo de Desamparados, donde se detuvo a una mujer de apellido Chavarría, de 33 años; en La León XIII cayó una de apellido Guillén, de 47 años; en Paso Ancho otra de 35 años, apellidada Mora y en Alajuelita un hombre de 35 años y una mujer de 53, de apellidos Quesada y Guillén, respectivamente.
El varón las acompañaba para defenderlas si surgía algún conflicto.
En todas las viviendas fueron ubicadas evidencias importantes para la investigación como ropas utilizadas el día de los hechos, y artículos, en apariencia comprados con las tarjetas, como celulares, aparatos electrónicos y ropa. También algunas de las carteras sustraídas y pertenencias de las personas afectadas.
En la investigación se determinó que las detenidas aprovechaban descuidos de las personas afectadas para sustraer bolsos o carteras, de las que sacaban las tarjetas y documentos de identificación para lograr su objetivo.
Las compras las realizaban rápido de modo que cuando las afectadas se percataban de la sustracción y solicitaban al banco el cierre de la cuenta, ya se las habían vaciado.
Las antisociales escogían a las víctimas de modo que tuvieran un parecido físico con ellas y así utilizar el documento de identidad.
Las sospechosas usaban pelucas o maquillaje, para tener más similitud y no provocar sospechas en los negocios.
Las denunciantes son principalmente mujeres. Los hechos se daban en restaurantes o locales comerciales, ubicados en el gran área metropolitana.
El perjuicio económico de la estafa sobrepasa los tres millones de colones. Las investigaciones en torno al caso continúan, pues no se descarta la participación de estas personas en otros hechos delictivos similares reportados.
Las cinco personas detenidas fueron pasadas con un informe al Ministerio Público para determinar su situación jurídica.