La ceniza que el volcán Turrialba expulsó la madrugada de este martes llegó por primera vez hasta Ciudad Quesada, cuyos habitantes desde tempranas horas comenzaron a percibir un fuerte olor a azufre.
El material volcánico viajó alrededor de 93 kilómetros lineales a partir de la cima del Turrialba hasta caer en techos de carros, corredores de casas y supermercados donde el personal pasó gran parte de la mañana eliminando el polvo de los mostradores.
Por primera vez en su vida, muchos habitantes de los barrios como Gamonales, San Miguel, Brisas del Sur y Lourdes vieron ceniza volcánica.
Tras levantarse y abrir la puerta principal de su casa en Gamonales, Karla Esquivel, estudiante universitaria, descubrió un polvo gris en el corredor que olía a azufre.
“Creí que eran residuos de cemento pero luego tuve claro lo que estaba pasando cuando una vecina me comentó que ese mismo tipo de polvo tenía inundado el parabrisas de su carro y que se trataba de ceniza del Turrialba”, dijo Esquivel.
La joven agregó, que el tema de la ceniza corrió por todo el barrio en pocos segundos.“Los vecinos de mayor edad recordaron inmediatamente las erupciones del volcán Arenal en 1968 y no faltaron quienes comentaran que la ceniza venía del volcán Platanar, situado al sur de la ciudad pero que tiene cientos de años de estar inactivo”, dijo José Soto.
Marcela Araya, del Supermercado Ro y Pe, mostró el paño impregnado de ceniza con el que toda la mañana estuvo haciendo limpieza.
Igual hicieron los dueños del súper La Hacienda donde las hojas de una planta ornamental cambiaron su característico color verde por el gris.
A no pocas amas de casa se les vio sacudir ventanales y barrer pisos.
La caída de ceniza se convirtió en el acontecimiento del día. “La verdad es que no esperábamos que Turrialba nos hiciera llegar el material que eyectó en la madrugada. Esto nos demuestra el gran poder de la naturaleza”, expresó María González, de 83 años, quien oró para que las cosas no pasen a más.