El expresidente peruano Alejandro Toledo Manrique (2001-2006) es blanco de críticas pues se le relaciona con la compra de una mansión que efectuó su suegra, por medio de una sociedad anónima creada en Costa Rica.
Toledo fue citado por la Comisión de Fiscalización del Congreso y la Fiscalía de Perú, para que explique el origen de los $3,7 millones que invirtió su suegra belga Eva Fernenbug, de 86 años, en la mansión, situada en calle Cascajal de Las Casuarinas, en Lima.
El caso fue dado a conocer por el programa de investigación Panorama de Perú, el periódico El Comercio y otros medios.
La sociedad anónima en mención es Ecoteva Consulting Group, creada aquí el 23 de enero del 2012, por el abogado Melvin Rudelmann, quien afirmó que su actuación fue solo notarial.
Dos días antes, el expresidente Toledo ingresó a Costa Rica junto con su suegra, con la intención de realizar algunas inversiones.
En esa firma también aparecen como tesorero y secretaria, respectivamente, el oficial de seguridad y la miscelánea del bufete.
Rudelmann aseguró ayer en su bufete que su labor se limitó a la creación de la sociedad, por lo que desconocía el uso que le darían.
Fue enfático al declarar que nunca tuvo que ver con los dineros de Alejandro Toledo ni de su suegra, quienes le pidieron ayuda con la creación de la sociedad.
“Nunca custodié dinero, no tengo relación con los fondos que ellos tuvieron. A Toledo lo conocí hace dos años por un amigo en común, pero no somos amigos. No ha estado en mi casa. Mi pecado fue hacer esa sociedad”, dijo Rudelmann.
Los recursos se movilizaron mediante una transferencia desde el Banco Scotiabank de Costa Rica hasta el Banco de Crédito Perú, con la intención de comprar el inmueble. Sobre la participación de sus dos empleados en la cuestionada sociedad, el abogado indicó que ambos firmaron como constituyentes y luego cedieron la sociedad en un documento privado.
Como presidenta de la sociedad Ecoteva Consulting Group fue nombrada Fernenbug, hasta que en marzo pasado la extranjera solicitó a Rudelmann que se diera un cambio en la presidencia y se nombrara a un empresario. En la actualidad la sociedad aparece sin bienes, cuentas registrales, ni teléfonos a su nombre.