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Una familia de escasos recursos que integran 11 personas, la mayoría niños, quedó ayer en la calle debido a un deslizamiento de tierra.
Cinco ranchos más estaban en riesgo de caer a una quebrada y sus moradores deben ser reubicados.
Las seis casas, ubicadas en “cuenca del sur” de Guararí, Heredia, quedaron aisladas porque el puente que las comunicaba con la calle principal se desplomó al ceder el terreno.
La emergencia se registró a las 8:30 a. m. de ayer, en un sitio calificado como de “alto riesgo” por autoridades de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE).
Se trata de ranchos construidos con latas y trozos de madera recogidos de la vecindad.
El inmueble más afectado es propiedad de Elvira Castillo Cruz, madre de 11 hijos, quien en el momento del deslizamiento se encontraba en su trabajo como empleada doméstica.
“La pobreza nos trajo aquí hace 12 años. La hemos pulseado, pero nada. Ahora necesitamos una manita para salir adelante. Si me dan un lotecito yo arranco el rancho y me lo llevo a donde sea”, expresó.
La mujer, al borde del llanto, buscaba ayuda para sacar sus escasas pertenencias del rancho que amenazaba con terminar de caer a una quebrada.
“Mi esposo está lejos, la pulsea en Puntarenas. Mis hijos sufren mucho porque a veces no tenemos ni qué comer. Solo Dios sabe las necesidades que pasamos a diario”, añadió.
