"La magnitud de los daños que ha provocado la tormenta tropical Nate en toda la infraestructura vial del país es de proporciones titánicas".
Esas fueron las palabras que escogió Germán Valverde, ministro de Obras Públicas y Transportes, para describir la condición en que quedó la red vial nacional tras el paso del fenómeno que desató aguaceros continuos durante más de 12 horas en casi todo el país, excepto Limón.
Nate desapareció tramos de vías, socavó y arrastró puentes, colapsó alcantarillas y provocó derrumbes en rutas de seis provincias, solo las carreteras de Limón no sufrieron daños. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), identificó 215 puntos donde provocó incidentes.
¿A cuánto ascenderá la reparación de los daños? Son tan elevados que el MOPT aún no termina el inventario de carreteras cerradas o con paso regulado. Hasta este viernes al mediodía había 16 rutas nacionales bloqueadas y, de ellas, nueve tienen prioridad para ser rehabilitadas.
Tampoco hay datos finales sobre los puentes caídos o kilómetros destruidos: la prioridad es quitar obstáculos y reabrir rutas.
Además de la destrucción vial, la tragedia acabó con la vida de diez personas y hasta la noche de este viernes había cuatro desaparecidas. Mientras, tanto, 11.300 tuvieron que dejar sus hogares y trasladarse a 170 albergues.
El ministro adelantó que "al país le va a tomar mucho tiempo recuperar, levantar y volver a poner en buenas condiciones toda esta infraestructura.
"Con los recursos que tiene la Administración somos capaces de conectar los sitios que permanecen aislados y atender la emergencia, pero la inversión que tiene que hacer el país para reconstruir es de una magnitud muy importante y eso es un reto para el próximo Gobierno porque todos somos conscientes de la situación fiscal del país", comentó el jerarca, quien asumió el cargo en junio y por primera vez enfrenta un caos de estos como ministro.
Hasta ayer el costo de limpiar caminos y abrir pasos temporales ascendía a ¢5.000 millones, los cuales provienen de los contratos de conservación vial que mantiene el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Nate, con 10 muertos, equiparó a los que provocó el huracán Otto al atravesar Costa Rica de costa a costa entre el 24 y 25 de noviembre del 2016. En su informe al país, el presidente Luis Guillermo Solís cuantificó la destrucción material en ¢106.000 millones. De ellos, ¢20.000 millones en carreteras y puentes.
Valverde reconoció que la reconstrucción no es un tema sobre la mesa en este momento porque están concentrados en rehabilitar las vías para llegar a lugares que han permanecido aislados en los últimos dos días.
Se trata de Quepos-Parrita-Ciudad Cortés; Acosta; Paso Real-San Vito-Ciudad Neilly; Río Claro-Golfito; Monteverde; San José-Pérez Zeledón; Los Santos; El Empalme-Vuelta de Jorco y Guacimal-Santa Elena.
La ruta con los daños más graves es la Interamericana Sur en el tramo entre Cartago y Pérez Zeledón.
Allí es imposible transitar porque varias secciones se deslizaron por las laderas, sobre todo en el kilómetro 37, conocido como La Cangreja (ubicado en San Isidro de El Guarco), y hay derrumbes que no han sido removidos.
Precisamente, el 29 de enero del 2015, otro temporal se trajo abajo 100 metros de vía pero en el km 34. El arreglo costó esa vez ¢1.245 millones, lo que da una idea del gasto al que se enfrenta el Estado solo en el km 37.
Luis Guillermo Loría, coordinador del Programa de Infraestructura del Transporte del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), calculó que reconstruir esa carretera podría tomar hasta un año trabajando a tiempo completo.
La vía fue construida a mediados de la década de 1940, se encuentra hasta 3.300 metros sobre el nivel del mar y, según Loría, quedó en tan malas condiciones debido a su vulnerabilidad, ya que por años no se han estabilizado taludes, no se ha invertido en buenos muros de gaviones ni se ha dado mantenimiento a los drenajes y subdrenajes.
"Coincido en que el monto de las reparaciones que se tendrán que hacer en la red vial nacional serán de miles de millones de dólares, pero un tema en el que hemos insistido es que no hay que reconstruir la vulnerabilidad, hay que reconstruir eliminando las vulnerabilidades de las carreteras e impedir que estos escenarios se repitan".
Sacrificar bacheo y recarpeteo
Rándall Murillo, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción, manifestó que sin duda se tendrá que tomar dinero del mantenimiento rutinario de los 5.000 kilómetros de vías nacionales para invertirlo en la reactivación de caminos averiados por la tormenta.
Para esa cámara, el panorama tras la emergencia refleja el rezago que sufre el país en materia de infraestructura.
"La mayoría de las carreteras tienen deterioro porque su vida útil se agotó y, por otro lado, no tienen mantenimiento o intervenciones importantes, solo se les hace mantenimiento básico y eso las hace vulnerables", declaró Murillo.
¿Dónde se concentrarán los esfuerzos?
El Gobierno decidió este viernes volcar toda su atención a nueve carreteras que están bloqueadas y conducen a comunidades que han estado aisladas en los últimos días.
Entre esas localidades están Pérez Zeledón, San Vito de Coto Brus, Buenos Aires de Puntares, Monteverde y Los Santos y Ciudad Cortes, entre otras.
El ministro del MOPT declaró que el objetivo es llevar ayuda, medicamentos y sacar a algunos turistas que se encuentran atrapados en esos sitios.
Este viernes se logró la reapertura de la ruta 3 (San Mateo-Orotina) y la ruta 32 en el tramo entre el peaje, en Santo Domingo y el cruce hacia Río Frío.
13 cantones incluidos en la declaratoria
de emergencia solo en Upala, fueron
₡38 mil millones y en Bagaces ₡19 mil
millones, las pérdidas ocasionadas por
el huracán.