Autoridades de socorro recuperaron ayer los restos de quien se supone es el hombre que arrojó a su compañera al río Tiribí.
El sujeto, de apellido Rivas, también se lanzó a la corriente la noche del sábado en Bajo Los Anonos, Escazú.
El cadáver yacía a un kilómetros de ese punto, en la zona industrial de Pavas.
Un trabajador del tajo de la Municipalidad de San José lo vio pasado el mediodía.
“Me vine a caminar después de almuerzo. En eso me llegó un olor raro y me asomé en la orilla”, contó Juan Carlos Amador.
El cuerpo estaba en ropa interior y una camisa roja.
Incertidumbre. Familiares de Melania Murillo Sandí –la joven de 23 años que sigue desaparecida– se presentaron al lugar pues en principio creyeron que eran los restos de la muchacha.
Su hermano Rubén Murillo contó que la noche antes del incidente su excuñado le dijo que se quitaría la vida.
“A mi hermana yo ya le había dicho que no estuviera más con ese hombre (Rivas). No era una persona agresiva, pero sí muy celoso.
“El día anterior me dijo que se iba a matar; que esto iba a terminar en algo”, dijo Rubén Murillo.
Hace una semana la muchacha le pidió que se separaran. Desde entonces Rivas, de acuerdo con vecinos, dormía en la plaza de la comunidad para vigilar los movimientos de la joven.
“Esto ha sido muy difícil para todos nosotros”, agregó el hermano, quien siguió paso a paso el rescate del cuerpo.
En esa tarea la Cruz Roja tuvo que utilizar un sistema de poleas para subir la camilla pues los restos quedaron cerca de un paredón de unos ocho metros de altura. Los cruzrojistas tuvieron que trabajar con celeridad pues la lluvia hizo que el río creciera.
Rastreo. Jorge Rovira, subjefe de Operaciones de la Cruz Roja, comentó que las labores de búsqueda se mantendrán a lo largo del trecho que recorre el Tiribí entre Los Anonos y la represa de Brasil de Santa Ana.
“Es muy posible que al bajar el cauce encontremos algo. Por eso es necesario volver a recorrer río abajo desde el punto en que cayeron. Existen condiciones muy peligrosas para esta búsqueda”, puntualizó.
El primero de los cuerpos apareció en un tramo que las autoridades ya había recorrido.
De no hallar nada mañana, el rastreo se extendería desde la represa hasta Orotina.
Melania Murillo proviene de una familia de 17 hermanos. Convivió con ese hombre durante tres años en la casa de su madre.
“A mí esa relación no me parecía. Él (Rivas) me pidió que llamara a su mamá pues se iba a matar”, dijo el hermano de Melania.